lunes, 27 de junio de 2011

¡Finisher!

¡Finisher!

He terminado la 2ª edición del Gran Trail de Peñalara.

Esta carrera es durísima. Las hay más largas, más duras, con más desnivel, a gran altitud o en condiciones extremas, sí. No puedo ni imaginármelas. Pero en mi limitada experiencia esta carrera ha sido durísima, muchísimo más que lo más difícil que he hecho hasta ahora (que han sido 2 ediciones de los 100K en 24 horas de Corricolari).

Tanto en entrenamientos como compitiendo creo que el salto entre los maratones de asfalto y los 100K24H es menor que el salto entre estos 100K y el GTP. Al menos para mí que tengo buen aguante en largas distancias y relativamente poca fuerza en las piernas.

El Viernes me acosté tirando a tarde, sobre las 11. Mientras ponía el dorsal me asaltó una vieja duda sobre si llevarme el peto de la mochila o no, pero dándoles vueltas a los pros y contras decidí que no. Menos mal. El Sábado me desperté un rato antes de que sonasen mis 2 despertadores. Como un niño la noche de Reyes. Me asomé a la ventana, con las primeras luces se veían las cumbres de Peñalara y Bola (fácilmente identificable por las antenas). Miré a la derecha y… en la ventana de la habitación contigua había otro corredor (supongo) mirando las montañas.

Me vestí sin prisas, todo preparado: ropa, vaselina sólo en los pies (no tengo muchos problemas de rozaduras), mucha crema solar, lentillas, gorra, gafas…

Salí del hotel y retiré mi bolsa de desayuno: Bollería con chocolate (perfecto) zumo (muy rico, arriesgado porque nunca tomo) y una manzana que apenas probé. No necesito café, aunque llevo déficit de sueño estoy como una moto.

En el control de equipo me llevo mi primer “susto”. A muchos les revisan el material. A mí no, pregunto y de mala gana me leen la lista y casi ni miran qué llevo y qué no. ¿Por qué? Porque aunque pensaba que mi “equipaje” era minimalista… Era de los más grandes. Los expertos son capaces de empaquetar todo en menos espacio. Y llevan muy poca cosa. Menos mal que no llevé el peto, demasiado calor. Eso sí, yo llevaba probablemente más cantidad de azúcar y sales para tomar alimentación exclusivamente líquida sin depender de nadie en avituallamientos. Ahí acerté. Por cierto, para curiosos, mi mochila pesaba 2950 gramos con los botes de agua vacíos, lleno a tope se pone en 4650, bastones incluidos.

Paso dentro, enciendo el GPS, arranco el programa en el móvil, hago un par de fotos, acabo de desayunar y observo a los compis anónimos de carrera. En general delgaditos como los fondistas… pero con unas piernas mucho más fuertes. Hay mucho corredor de montaña, yo vengo del asfalto después de un cursillo acelerado de 2 meses. ¿Dónde me habré metido? 2ª vez que algo me dice que no estoy en mi terreno.

Dan la salida y me pongo a trotar, en alguna rampa hago amago de caminar pero al final sigo trotando. Pulso acelerado, debe ser mezcla de nervios y estar haciendo la digestión. Empiezan las rampas de Maliciosa, saco bastones. Sigo con pulso acelerado pero el camino se estrecha y es difícil adelantar… tampoco me apetece echarme a un lado ni “tapar” a nadie, así que voy “rapidito”. Gran error, no se debe ir “rapidito” en la primera cuesta de un ultra. La gente es muy “profesional”, NADIE habla, en MAPOMA los corredores hablan más. Al coronar Maliciosa me llevo doble alegría: He tardado menos que entrenando (10 Km en 1:45) y no hay que subir los últimos 10 metros. Guardo bastones, saco chocolatina (en bajada puedo darle trabajo al estómago) y empiezo a bajar.

Ahora sí que hay algo que me recuerda que no es mi terreno. La bajada. Estoy bajando más rápido que en entrenamientos, un poco asustado por el tobillo izquierdo, pero el resto de corredores ¡Impresionante cómo bajan! Eso no es nada, la élite de chicas había subido más o menos a mi ritmo… pero en bajada era aún más impresionante. TODAS las mujeres que iban a esos ritmos eran expertas y TODAS bajaban mucho más rápidas que los hombres de ese ritmo. Y yo bajo bastante peor que la media de hombres que hacen los mismos tiempos que yo. Y eso que estaba haciendo tiempos mejores de lo previsto en entrenamientos en esa misma zona. La roca seca, las marcas del camino y ver dónde pisan los demás corredores ayuda mucho.

Llegue a Canto Cochino antes de lo previsto, en 3:11, sin ninguna parada ni siquiera corta, definitivamente sin problemas de tiempo en el primer control,. En las zonas fáciles de antes preparé los polvillos de Isostar y suero dentro de las cantimploras, para hacer un avituallamiento muy rápido y afrontar la siguiente etapa. Paré menos de 2’. En ese avituallamiento adelanté posiciones, siguiendo el guión.

Mi estrategia: Comer sólido sólo antes de bajar Maliciosa (no importa tener el estómago ocupado digiriendo) y 1 solo gel para el final, por si con el fresco nocturno ya no necesitase beber. El resto, entre medio litro y 1 litro de Isostar “normal” según el tramo, más entre medio y uno de “suero de farmacia” (de 2 tipos) que tiene menos azúcar pero repone sales. Para que me salieran las cuentas de calorías había que sumar aproximadamente ½ litro de coca-cola en los 3 avituallamientos donde estaba previsto. Más la coca-cola especial de la Hoya de San Blas. Ese era el mínimo, luego, si hacía calor tenía varias dosis extra de suero, que pesa poco (23 gramos por litro de bebercio). El plan era OBLIGARME a tomar lo mínimo (cantimploras llenas, 1.7 litros + coca-colas) y añadir extra en los avituallamientos según mi estado de hidratación.

Desde Canto Cochino hasta el Refugio Giner de los Ríos se me hace corto, llego allí con un tiempo de 3:30 (10 de la mañana). Hoy estoy más descansado que las 2 veces que lo he hecho entrenando. Bien. Subo para el Collado de la Dehesilla, voy a un buen ritmo con los bastones “a un ritmo demoledor” que diría Miguel Angel G.B. Se me viene a la cabeza su expresión cuando uso bien los bastones. Zancada amplia (demasiado?) en subida. Llego arriba en 40 minutos, guardo bastones y ahora viene el tramo que menos me gusta de todo el recorrido: La bajada por el Arroyo de Coberteros.

Hoy voy con más fuerzas que en los entrenamientos en esa zona. Además parece que han dado un par de machetazos para quitar algo de vegetación. O los primeros habrán arrancado parte de las ramas con sus brazos y piernas. Me araño, pero menos que cuando entrené por ahí. Hoy está todo muy bien marcado. Y seco. Y voy acompañado. Pero en esta bajada me duelen los tobillos, bajé Maliciosa demasiado fuerte y ahora ya no soy capaz de ir a un ritmo parecido. Me adelantan todos. No me agobio, voy bien de tiempo, me estoy comiendo el “colchón” pero decido ir a “mi ritmo”. Que en bajada es lento. Nada de “técnica de carrera”, caminando y cabreado esperando al final de la cuesta.

Ahora que lo veo la bajada de marras sólo me llevó 40 minutos para 400m, tampoco está tan mal, son las 11:20

Llego abajo, hago el tramo que ha cambiado desde el año pasado (lo conozco bien de mis 2 entrenos), y ahora toca subir a la Hoya de San Blas (No será “Olla”?), cocedero de corredores de montaña. Voy bien de tiempo y sé que ahora lo que viene es muy corrible. Preparo las raciones de sales y en el avituallamiento me encuentro con Miss Pegasus que ofrece Coca-colas y Aquarius a los “enchufados”, que creo que somos muchos. Muchas gracias!! Menuda inversión personal en bebidas heladas. Me dice que Julito pasó hace un buen rato sobre el puesto 20, ahora sé que va delante. Y mucho. Esta segunda parada es de 5 minutos justos. Me pongo crema como si fuesen a prohibirla mientras camino. Hmmm, las gafas de Decathlon de 9€ además de ser más ligeras van un poco más despegadas de las pestañas y no se ensucian nada. Mucho mejores que las que usé en entrenamientos. Llevo 5 horas 7 minutos, demasiado rápido (me estoy dando cuenta mientras escribo) y definitivamente ya sin problemas con controles de tiempos.

Desde la Hoya hasta Morcuera troto todo lo que es pista, que es bastante. Es mi terreno. Despacito, pero adelantando a muchos caminantes. Ahí se me apaga el GPS. Creo que le di al interruptor al sacar algo de la mochila, entonces el programa del móvil no vio comunicación y cortó el Bluetooth. Tardé un rato en entender que había que dar a “reconectar” en el programilla. Bien, lo he resuelto todo caminando, sin parar. No he registrado 5 ó 6 kilómetros. Por eso la media de velocidad reportada se degrada, mi ritmo ahora lo estima en 13 minutos por Km. Llego a Morcuera tras 7:22 de carrera (casi las 2 de la tarde), ni bien ni mal, con los pies un poco doloridos pero sin mayores problemas. El siguiente tramo es fácil, me limito a recargar bidones (que ya llevan las sales) pero no me demoro para nada más. 2 minutos.

Empiezo la “autopista” de bajada. Aquí me pasa al revés que en el primer tramo: Hoy estoy más cansado y me resulta más pesado que en entrenamientos. No puedo acercarme ni de coña a los 5’/Km en el mejor sitio. Pero mi trote cochinero con pausas andando sale a unos 7’/Km, mejorando mi media kilómetro a kilómetro. Cumpliendo el guión. Adelantando posiciones. Eso sí, veo que los pies están muy castigados por el primer tramo y en un momento de bajonazo hasta pienso en abandonar. Pienso que es posible que no pueda bajar Peñalara que será un punto clave. Bajo un poco el ritmo. Veo corredores delante, vuelvo a trotar, los paso. De repente oigo griterío de típicos corredores contentos-escandalosos, como de maratón. Deben ir bien. Ya me pasarán. No me hace gracia, no me vuelvo. El griterío sube, me vuelvo y me dicen “Que es por aquí!!!!”, me he saltado un desvío, habría salido al camino bueno, pero dando un rodeo de un par de Km (por donde me mandaba el GPS, por el recorrido del track “oficial”.

La trocha es menos corrible y además me sabe mal pasar a los que me han evitado el rodeo. ¿A que es una buena excusa? En el área de las presillas la gente se baña, se refresca, bebe cervezas heladas y se pone al Sol por placer. Tendrán genes de lagartija, a las 3 y media de la tarde yo sigo al Sol porque no me queda otra. Llamo a casa, tengo tiempo hasta el avituallamien……Pues no, acabo de llegar sin preparar el “menú”. Decido tomarme un respirillo. No hay Coca-Cola. Bueno, sin problema, en el anterior bebí Coca-Cola y se suponía que no había, o sea que no me descuadra el presupuesto de azúcar. Además hay Aquarius. Hace calor, sólo he parado a orinar una vez así que decido abrevar hasta que el estómago diga basta. Me limitan el Aquarius, preparo extra de suero y sigo bebiendo. Como estoy sentado y a gusto me tomo un bocata de jamón. Total 11 minutos, no ha sido mucho.

Cruzo RasCaliente, digo Rascafría, me conozco la calle. Me dirijo al Puerto del Reventón en solitario (como casi toda la carrera). Subida fuerte, ahí toca andar, con bastones. Es decir, sin problemas de pies. Pillo un buen ritmo, incluso troto alguna recta con menos pendiente. Llego a picar un Km en 11 minutos, muy bien para esta temperatura. Me sube la moral, si hay que echar 3 horas para bajar Peñalara… ¿y qué? No hay problemas de tiempos y en las subidas y los llanos voy medianamente bien. Paso a bastante gente (ya me pasarán en bajada) y a las 6 de la tarde me llevo la grata sorpresa: El avituallamiento está algo antes del puerto. Menos de 2 horas para subir 800m con este calor.

Ahora sí que toca una parada seria. A pesar de lo mucho que he bebido he perdido mucho líquido en estas 2 horas, y me había grabado a fuego que por delante quedaba el tramo más largo sin avituallar, 4 horas según mis cálculos (luego fue algo más). Y aquí si había Coca-Cola (creo, ya no estoy seguro si era Aquarius) Bebí. Me senté. Bebí. Preparé brebajes. Bebí. Me puse la mochila. Bebí. Recomendé a los demás hacer lo mismo. Bebí. –Es que eso de tomar Coca-Cola en carreras no lo he probado nunca, el gas… (me dijo uno). Bebí. No lo convencí. Pero yo bebí. Y me despedí con el estómago a reventar y las cantimploras llenas. Menos mal.

A partir de ahí, con Claveles y Peñalara al fondo se crestea por llano o incluso perdiendo altura (que mina la moral sabiendo que al final hay que acabar pasando por los 2429 metros). Sin guardar bastones troté muy poco, anduve bastante y en las bajadas iba con desgana y sin ganas de machacar nada los tobillos.

Ahí, en terreno hostil para mí, completamente solo cuando no adelantado por “verdaderos corredores de montaña” tuve “una visión”. Lo que me destrozaba los tobillos son los esfuerzos laterales. Con los bastones soy habilidoso y los evito. Me olvido de la técnica de bajada (que no era factible desde hacía horas) y a partir de ahora bajaría las pendientes malas “a 4 patas” (2 + 2 bastones). Me seguían pasando, pero los tobillos no empeoraban en estas bajadas cortas y pedregosas. Bien.

Y llego a Claveles. Estoy fuerte, llevo un rato limitado por la técnica, un buen rato a 100…110 pulsaciones por minuto, subo a buen ritmo. Es muy complicado, pero voy bien. Paso corredores y excursionistas, estos últimos me parecen hasta más rápidos. Es duro de narices. El rodeo de Claves es más sencillo que lo que entrené. La roca seca ayuda mucho, es uno de mis tramos más temidos y hoy sale objetivamente lento, pero bastante menos lento que cuando lo entrené. Llego al “caos de piedra” entre Claveles y Peñalara y en 100 metros se me va el alma a los pies. Ni competir ni leches, hay que salir de ahí por un lado o por otro sin partirse una pierna, se me hace infernal y lento. Tengo los bastones en la mano y me estorban, pero estoy tan cerca que no los quiero guardar. Es objetivamente peligroso. Sin embargo, me lleva menos tiempo que en entrenamientos. Para los asfalteros como yo, estamos hablando de ir sobrado de respiración y de hacer 2 Km consecutivos en 23’ y 25’.

La subida me ha llevado 20’ más de lo que calculé en el avituallamiento, pero aquí hacía algo de fresco y el ir con el pulso tan bajo me ha reducido la sudada. Llegaré a La Granja sin pájaras ni vomitonas ni problemas graves. Corono Peñalara (Km 69) en 13:47, son las 8 y cuarto. Vaya bromita poner el lector del chip ENCIMA del vértice geodésico. Salvo la bajada final del GTP, lo que queda muy técnico lo haré de día. Ni miro el paisaje, es momento de concentrarse al 100%, mirar al suelo, asegurar cada paso y verificar si los bastones le pueden quitar trabajo a los tobillos en esta bajada, la 2ª peor del GTP. 500m en kilómetro y medio. Los Kms salen en 18 y 17 minutos, MUY bien. Los tobillos han cooperado con los bastones. Esto está hecho. Me descuido y me sacudo un hostión, el único, tengo los bastones enganchados con las correas y sólo puedo rodar. Pero tengo suerte y acabo con rozaduras en el antebrazo (tenía otra herida justo ahí de unas ramas). O sea nada, a estar más atento.

En el Chozo de Arangüez ya no quedan más bajadas técnicas hasta casi el final. Está hecho. Le doy paso a unos corredores que vienen por detrás pero no me pasan, en zona un poco más fácil van más o menos como yo. Ahí van Chusta, Ludevu (un saludo) y creo que un tal Miguel. Muy curioso, de conversación muy agradable pero sin mirarnos a la cara, todo el tiempo con 100 ojos en el suelo, me vi a mi mismo como a mi hija cuando está con la Nintendo.

Hay un 4º corredor que se quedó un poco atrás, creo que de Valencia. Me rezagué un poco y ya seguí con él hasta casi la llegada a La Granja. El recorrido por esa zona va por un sitio diferente del track oficial, es “menos corrible” que el que yo entrené. Podría correr pero pensé que puestos a trotar, mejor más adelante, en el tramo La Granja-Casa de Pesca que es más fácil. Mi acompañante y yo pillamos a un grupo, yo empecé a tirar un poco más en el asfalto y llegué un poco antes que ellos a La Granja, km 78, tras casi 16 horas de carrera y justísimos de luz natural.

Menudo oasis. La Granja estaba volcada con la carrera. El avituallamiento (y meta de la carrera corta) espectacular. Me tenía que sentar para sacar el frontal y guardar las gafas y el gorro, así que decidí darme mi único homenaje en avituallamientos. Era el sitio, después de 4 horas y pico desde el anterior.

De nuevo, la prioridad era beber, beber, beber. Luego otras menudencias como redistribuir la mochila para futuros avituallamientos, sacar frontal, luz trasera, fuera gorra. Tenía mucha arena en los pies que NUNCA me quité) y se me estaban empezando a formar mis primeras ampollas en carrera…de mi vida. Así que decidí cambio de calcetines. Dura decisión: Las medias de compresión que llevaba evitan los edemas, o sea el exceso de líquido, y yo creo que ayudan un poco a evitar las ampollas. Mis otros calcetines eran unos Injinji (de estos con deditos) que ahora no necesitaba porque los dedos estaban perfectos. Pero no eran medias de compresión.

Las medias estaban empapadas, los pies totalmente arrugados de estar mojados muchas horas. Las ampollas se estaban formando. Hice lo correcto, no debía correr con tanta agua en los calcetines y el efecto de la compresión –si existe- no es tan importante. Me puse vaselina y calcetines limpios. Vacié de arena las zapas. Le pasé la vaselina al corredor sentado a mi derecha, que también andaba perjudicado. Cuando me dispuse a correr de nuevo estaba mucho mejor.

En todo el tiempo (27 minutos) estuve sentado y los voluntarios me tuvieron como si fuese el rey de un cuento. Ofreciendo bocadillos, caldo, abrigo, membrillo, plátanos. Me tomé otro bocata de jamón, pero sobre todo bebí mucho. Entiendo perfectamente al que se retira en La Granja. Guardé bastones, me puse los guantes (seguía con camiseta de tirantes y ya tenía fresco), subí la luz del frontal y… a trotar.

Trotiandando sobre 10’/Km llegué a Valsaín, allí iba a pasar a un corredor que trotiandaba más lento que yo. Pero preferí amoldarme a su ritmo. Era Rafa, el que me pidió la vaselina (aunque lo supe mucho más tarde). Se le veía bastante experto, era su 2º GTP y su frontal no alumbraba apenas, así que los 2 ganábamos yendo juntos. O eso pensaba. El caso es que yo por ti y tú por mí, antes estábamos trotiandando y desde que fuimos juntos parece que teníamos el acuerdo tácito de no correr. No pasa nada, esto es MUY largo, quedan MUCHAS horas. Por 3ª o 4ª vez el GPS me empieza a decir que no voy por el camino correcto. ¡Qué coñazo! A veces el track “oficial” no coincide exactamente con el camino marcado. Ni caso. Pero… no hay marcas. Rafa está muy seguro, dice que vamos paralelos a la carretera (cierto, se adivinan coches) y al río (se oye). Pero no hay marcas. Insistimos un par de Km. Se ha equivocado, pero probablemente salgamos al mismo sitio. Las ampollas de los pies van mucho mejor desde el cambio de calcetines… Hasta allí.

Vemos unas luces, son voluntarios que han visto las nuestras y nos dicen ¡que es por el otro lado del Río Eresma! Hay que cruzar. Hay mucha anchura y corriente fuertecita. O sea calcetines empapados y más arena. La cagamos. Me consuela pensar que estamos en el camino bueno, que probablemente no haya supuesto nada de rodeo y que queda… hmmm… menos de medio maratón. Eso no es ná.

POR FIN llegamos al avituallamiento de Casas de la Pesca, que estaba 2 Km más lejos de lo que pensábamos. Los voluntarios me ofrecen de nuevo de todo, yo decido no cortarme y pido que me dejen… ¡Una chupa! Se extrañan. Estoy bien pero sé que en 3 minutos parado puedo empezar a temblar, no se me olvida lo del año pasado. No me quiero poner el cortavientos. Me ponen una manta de emergencia de estas plateadas. Son MUY efectivas. Pregunto por el siguiente avituallamiento, calculo y decido salir pronto para no enfriarme. He parado 5 minutos. Le ofrezco pilas nuevas a Rafa porque su frontal no alumbra nada, pero las rechaza. Salgo rápido para afrontar la Fuenfría, un poco frío, bien de fuerzas (llevo un buen rato caminando por el llano por donde pensaba trotar), sin excesivo dolor de tobillos y rabiando por la ampollas recién remojadas y rellenitas de arena.

Es el Km 90, llevo 18:44 de carrera, es la 1:15. Definitivamente no acabo en 18 horas, pero me acabo de dar cuenta, o sea que no me preocupa. Menos de medio maratón. El GPS dice que “a ese paso me quedan unas 4 horas”. Y sé que ahora viene una subida dura y una bajada peor, mi media no va a mejorar. Y me da igual, no creo que nadie me pase subiendo. Bajando más de uno, pero igual en el llano final recupero posiciones. ¿Y qué más da una posición más o menos?

P’arriba. Es la primera subida que me sube el pulso en horas (en Peñalara no se puede ir rápido sin abrirse la cabeza). ¿Objetivo? No tener que bajar ritmo, me pararía, me enfriaría (aquí hace rasca para la camiseta de tirantes) y tendría que parar a cambiarme. Voy a un ritmo medio casi “cómodo”. Los tobillos bien en subida. Las ampollas me hacen rabiar en los traspiés, pero sólo ahí. El peor Km sale en 21 minutos justos, con 200m de subida. El resto eran a 11…14, Pico en el control de Fuenfría, ahí no hay avituallamiento ni gran despliegue de medios, pero los voluntarios me reciben como si fuese el ganador. Y YA NO QUEDAN MÁS SUBIDAS DURAS. Llevo casi 20 horas, son las 2 y 20.

El camino Schmidt es corrible… pero no ahora. Paso. Voy bien, no me quiero caer con ninguna raíz. No veo a nadie ni por delante ni por detrás. Me parece que ando rápido pero no mejoro la media, entre paraditas y el cansancio hago los kms a 13 minutos. Justo la media. Es curioso, pero ese tramo de menos de 6 Km se me hace muy pesado. Pienso en la temida bajada. Cuando entrené era de día, pero tenía prisa. Ahora ya estoy mentalizado de que no pasa nada por hacer 9 Km en 2 horas. Tal vez incluso mejore la media al llegar a zonas corribles. Hace frío. Llego al asfalto del Puerto de Navacerrada y me pongo a correr para no tiritar. En el Puerto sopla el viento bastante fuerte (es un collado, el viento acelera y se nota mucho). Llego al avituallamiento corriendo rápido (debo ser el único, están sorprendidos) y a toda velocidad rechazo toda comida y bebida y me pongo gorro y cortavientos minimalista. Ya no sudo. No necesito líquido, pero podría hacer falta azúcar (tampoco mucho, es bajada), pongo a mano el único gel, compruebo que me queda ½ litro de isotónico y sin coger nada del avituallamiento salgo disparado dando las gracias a los voluntarios y diciendo que sí conozco por dónde seguir. 5 minutos.

Con las prisas y la incipiente tiritera no me di cuenta de que alguien que ya estaba en el avituallamiento salió detrás de mí. Yo estaba haciendo la subidita del Puerto al Emburriadero, fuerte para entrar en calor, vi una frontal detrás de mí. Pero la siguiente vez que miré estaba más lejos.

Al llegar arriba, otra desazón. NO encuentro el camino. Estoy al lado, lo dice el GPS, pero de noche NO vale con estar al lado. Doy vueltas en círculo durante unos minutos con el frontal a tope. Nada. Tiro la toalla y decido esperar al que (o a los que) me seguían. Retrocedo un poco a ver si los veo y… ¡Bingo! Veo docenas de marcas. En lugar de las cintas habían puesto muchas banderitas (que se suelen ver mejor), y las banderitas se “tumbaron” por el viento. Voy para abajo, sé que es duro pero con los bastones los tobillos no tienen por qué sufrir. Prioridad: no accidentarme tan cerca del final.

Y bajando la garganta del infierno, por esa zona tan vertical si veo varios frontales. Pueden estar a 1 Km. Desecho la idea de acercarme: en horizontal pueden ser 3 debidos a las “zetas”. Y a las velocidades a las que nos movemos (kms en 16 y 19 minutos) eso puede ser casi 1 hora de ventaja.

Detrás de mi veo 2 luces, pero sus portadores sí que me cazan. Son montañeros y son capaces de trotar por donde yo repto. Me aparto y flipo… y ¡tachán! Quedan solo 200m de bajada hasta La Barranca. El resto es corrible… Y voy a correr.

Les mantengo la distancia a los 2 corredores. La pendiente baja y adopto un trote bastante aceptable. Ellos se ponen a caminar. Mi frontal ha estado a tope muchas horas y pierde luz. Tiene pilas de Ferro-Litio, más potentes y con más carga, pero “mueren” más rápidamente que las Alcalinas. El Móvil-GPS lleva un rato haciendo ruidos raros, Batería baja. Batería muy baja (me da igual, ya me sé el camino). Camino equivocado. Otra vez dando la lata, si estoy por la pista de La Barranca y los corredores a los que acabo de pasar lo conocen. ¿Seguro? No, no hay marcas. Nos hemos equivocado los 3, hemos hecho unos 200m de más, pero a cambio he podido hacerlos corriendo.

La luz languidece. ¿Cambio pilas? No, aprieto los dientes. El GPS me canta un Km bien, no se había muerto. Otro ruido raro, fuerte. Se habrá muerto. Sigue. Me suena, ¿Qué demonios es? Ah… ¡El despertador que puse para 24 horas antes!. Lo paro. Veo poco. Con el ojo izquierdo apenas veo, tengo el ojo irritado y la lentilla se ha ensuciado mucho. Menos luz. Más velocidad. La pista tiene piedras que no veo, pero no tropiezo. Troto a 7’ pelaos el Km que a estas alturas parece un sprint. Paso el control de Barranca, me dicen que la meta está a 4 Km (el GPS dice 5, o sea necesito luz para 3 más o menos). Aprieto los dientes, solo veo un poco por el ojo derecho, hay una luz muy tenue del amanecer. Otro Km en 7. Necesito 15’ de luz. Se me ocurre mirar el camino con la mínima claridad y poner el frontal en modo zoom estrecho (“spot”) para buscar las marcas del camino, sé que hay un desvío que no coincide con mi track, porque pasé por ahí a la ida. Por fin lo veo! Estimo 10 minutos hasta las farolas de Navacerrada, ya me da igual ir a oscuras, ya no me pierdo.

Y de repente, farolas antes de lo que pensaba, antes de la glorieta. Lo he conseguido. Ahora no me va a adelantar nadie. Pongo el frontal al mínimo pero no bajo el ritmo, disfruto de “mi terreno” por asfalto, trotando a unos deliciosos 7’/Km que me parecen rapidísimos (objetivamente lo son). Con el gorro y el cortavientos abierto y remangado empiezo a sudar.

El final urbano lo remato con los últimos 700m a ritmo de 6:50, doy mi palabra que me sentía como un keniata esprintando para un 5.000. Creo que pasé a algún corredor, no miré mucho quería disfrutar de que después de muchas horas de no poder hacer nada mejor por mis limitaciones, ahora estaba en “mi terreno”.

Llegué a meta feliz, puesto 57, con un tiempo de 23:13.

Dejo para otro día la resaca, las valoraciones, los agradecimientos y las fotos.

viernes, 24 de junio de 2011

Peto sí, peto no


El "peto" del que hablo es la parte frontal de la mochila, un accesorio utilísimo que he usado en varios de los entrenamientos de montañas. No llevarlo también tiene sus ventajas. Hoy he dormido poco y mal dándole vueltas a esta tontería. Llevo unos días tranquilo en general, de poco estrés, pero estoy durmiendo poco a pesar de haber dejado el café. Será el calor.


VENTAJAS DE LLEVARLO:
  • Son como 3L más de capacidad, por muy poco peso adicional. Sin peto he logrado que entre todo. Muy justo (y difícil de meter y sacar cosas), pero entrar entra. Con capacidad extra todo queda muy bien organizado.
  • Todo lo de este compartimento está a mano. Me permite hacer cosas imposibles sin peto, como dejar las gafas sin pararme, coger un kleenex para limpiar gafas, llevar un mapa de papel o una chuleta con el "menú" de cada avituallamiento. Puedo tener a mano esa "golosina" reservada para los momentos en que la moral está mermada. Está a mano la "papelera" de desperdicios. El dorsal se coloca sobre el peto en el sitio previsto y no interacciona con la ropa. Es francamente cómodo por su accesibilidad.
  • Permite llevar 2 botellas más. Bueno, eso no es tanta ventaja, he decidido jugármela y hacer el GTP con 2 botellas grandes, casi 2 litros, un poco justito para la etapa más larga si hace mucho calor, pero no debe faltar. Ha sido una gran ventaja en entrenamientos largos, a los cuales iba con 3 litros o más.

PEGAS
  • El calor. El peto da mucho calor justo por donde más me puedo enfriar, que es por delante. Por donde más sudo. En este GTP el calor va a ser uno de los enemigos a batir, el peto complica este problema. Por otro lado el dilema es peto ó dorsal, no peto o nada. Pero siempre añade calor. Finalmente no voy a pasar mucho calor siempre, sólo durante el día, pero la mañana y la noche serán largas. En eso no tengo experiencia.
  • Engorro al quitar-poner mochila. Me he hecho un experto, soy capaz de ponérmela sin quitar la cinta pectoral ni desmontar un lado del peto. Exige ser contorsionista, pero lo he logrado después de practicar. Pero las cosas como son, si hay que sacar algo de detrás de la mochila (y por tanto quitármela) es una operación mucho más engorrosa que sin peto.
  • Peso: Muy poco, 140 gramos. Además si llevo el peto puedo prescindir de la fundita del móvil y de otra funda igual que pienso instalar al otro lado, la diferencia queda en 100gr o menos. Si fuera por peso no hay duda, peto SÍ.

martes, 21 de junio de 2011

Fin de entrenamientos.

El Viernes, 17 hice 11.1 Km por la M100. Ligeritos. a 5:06. Por vez 1ª no "dolió" el tobillo izquierdo durante la carrera, pero tenía molestias comparables a los dolores "fantasma" de cuando uno está deskilometrando. Al parar, volvió a doler un poco.


El Sábado 18, "última tirada larga, pero muy reducida". Por el tema del tobillo tocó hacerla en asfalto, en mi querida M100. La intención era hacer 21Km (como 1 semana antes de Mapoma), pero luego pensé que mejor descansar algo más y hacer 19. Pero como vi que iba muy rápido pensé en recortar aún más. Y me quedé en 17.1 Km, a 4:58, sin ir muy asfixiado a pesar del calor.

En carrera el tobillo mejor que nunca en las 2 últimas semanas. Pero al enfriar... sigue molestando.


El Domingo escribí: Yo hoy he hecho mis 6K regenerativos a 5:28, depués caminando un poco no me veía haciendo decenas de kms andando, me molestaban los pies y el dichoso tobillo. Pero nada de cuadriceps. He estado de juerga familiar (bautizo de sobrino, ¡hics!) y ahora por la noche que he tenido que andar he visto los pies BIEN por 1ª vez en bastante tiempo. Conclusión? ... Y yo qué se!!! Bueno, parece que bien.


Ayer Lunes, último día con un poco de intensidad:
13K a 4:44 por asfalto. Y por fin, después de 12 días el tobillo izquierdo no ha molestado NADA de NADA a ninguna hora. Ahora sospecho que las horas de pie parado del Sábado (haciendo cola con los niños en el parque de atracciones) me cargaron un poco la zona.

Un poco raro, me enfrento a una carrera de andar por pedruscos y tengo la sensación de no haber hecho los deberes porque hace bastante tiempo que voy a ritmos más vivos que el de carrera por terreno fácil, pero creo que ha sido lo mejor para los pies y para el tobillo.

Mañana y pasado a lo mejor salgo o a lo mejor no, pero estoy decidido a que no sean "entrenamientos" de verdad. Como mucho rodajillos muy cortos y muy suaves... si es que me despierto solo. No pondré despertador.

Y hoy: Pues he decidido recuperar bien de verdad. En lugar de unos pocos Kms a trote cochinero... Nada de nada. El tobillo va mejorando, agradece rápidamente el reposo. A 1ª hora de la mañana, cuando bajo escaleras todas mis molestias (que las hay) son de tobillos para abajo.

A medio día he caminado algo y efectivamente mejoro rápido.

He dormido bien, que se nota. Y me he quitado del café. Desafortunadamente, también se nota.

MÚSICA: Ayer hice los exámenes. Bien. Un estrés menos. A descansar de música un par de semanas. Ahora viene concentrarse en el GTP!

jueves, 16 de junio de 2011

Bueno, no tan mal.

Muy contento. Ayer por la tarde el pie volvió a estar "como los últimos días", por la noche no notaba nada más que molestia. Sin embargo mantego el plan: Sólo rodar un poco por asfalto y si hago algo más en lugar de las típicas series cortas hago un poco de gimnasia en casa para no perder músculo pero no arriesgar nada el tobillo. En mi rodaje al trote de hoy (9Km a 5:30) apenas ha molestado, por lo que veo que es un modo de mantener la máquina un poco al ralentí sin usar los musculillos esos que estabilizan el tobillo.

Seguiré así 3 ó 4 días más (y luego parón brusco) con indenpencia de que el tobillo parezca totalmente recuperado.

La nota negativa, a la vez que un buen motivo para mantener esos rodajillos a ritmos basura: La báscula. Hoy la muy hija de su madre ha batido el record marcando TRES kilos, 3 más que lo que pesaba en la semana previa a Mapoma. 68 y medio. Y lo típico ahora es subir. Y ahora me niego a hacer dieta, como mucho tratar de mantener peso.

Cuando visualizo la mochila con sus kilos de agua, víveres, material de seguridad, bastones más 3 kilos de tocinos extra todo ello sobre las rodillas y sobre el tobillo malo... Uf! Pero es lo que hay.

En general la cosa no pinta mal. Quedan 8 días y unas pocas horas.

miércoles, 15 de junio de 2011

Peor de lo esperado... es lo que hay.

El Sábado hice 15K de asfalto, tranquilito. A 5:26. El tobillo izquierdo empezó a molestar a los 5 Km, lo cual lo apunté en su momento como una level mejora.

Por la tarde me di una comilona indencente, barbacoa casera con algunas copititillas.

El Domingo salí a hacer Kms por la Cañada Real, sin polan predeterminado... bueno algo sí porque había compromisos y poco tiempo disponible. Llegué un poco más lejos que los días de diario, hasta una cuesta que los ciclistas llaman "el muro". Con la mochila completa y la camiseta de tirantes, para ver si me da problemas. Hizo mucho calor. Entre eso, la resaquilla, el calor y el peso de los bártulos salió un ritmo lentorro. Me olvidé el pulsómetro y la gorra, eché de menos las 2 cosas.

Me estoy planteando de si debo llevar el "peto" de la mochila, además de unos pocos gramos da bastante calor. Tendré que probar si puedo llevarlo todo cómodamente sin ese accesorio tan útil.

El pie se puso a molestar desde el Km8. Va bien (me dije). Total, quedan casi 2 semanas.

Total, 20.3 Km a ritmo inusualmente lento, 6:42. Aún así eso me parecerá un sprint comparado con el GTP. Esfuerzo no muy alto pero... tampoco llevaba pulsómetro.

El LUNES no tenía muy claro qué hacer, tenía preparadas las zapas de asfalto, pero no el reflectante para carretera. Me encontraba bien... Pues me fui a rodar rapidito a una zona con caminos y cuestas pero relativamente poca piedra. Hice el Daganzo-Algete (un clásico de este año). A mitad de camino tuve que hacer una parada no prevista para aliviar el final de mis problemas digestivos de la barbacoa del Sábado, me quedé sin mucho tiempo pero decidí apretar el ritmo y acabar el recorrido. Salieron 15 Km fuertes, a ritmo de 5:15, casi asfaltero. Apunté "Pie izquierdo mucho mejor, me encuentro seguro en las bajadas". Pulso de 145, poco esfuerzo para ese ritmo vivo.

Ayer MARTES hice algo menos de 10 Km de estricta recuperación. Por camino pero llano y en buen estado. A 5:40, 138 ppm. Pensé que lo del pie izquierdo ya se tendría que quitar, pero en las notas de ayer apunte: El pie izquierdo DUELE. Recuerdo estar deseando acabar un entrenamiento de poca importancia.

Al menos dormí bien. Falta me hacía madrugar un poco menos.


Y hoy Miércoles me he sentido con fuerzas para hacer una especie de "última tirada larga pero reducida" que es lo que tocaba. Me he ido a la Cañada Real (pedruscos y toboganes). Pero no he ido bien. El pie izquierdo iba regular y he decidido no forzar nada, hacer algún Km menos y hacerlos muy tranquilo. A lo mejor es que hoy le he prestado más atención. Es cierto que los días anteriores había tomado ibuprofeno al irme a la cama, para reducir cualquier resto de inflamación, y hoy no.

El caso es que iba despacio, relajado y despistadillo y zas! he pisado mal. Y ha dolido lo suyo. He pensado en seguir despacio, sin arriesgar nada. Pero como me aburría he pensado en hacer un estúpido "fartlek": Bajar despacio para no arriesgar nada (lo haré en el GTP cuando esté muy cansado) y subir los 2 ó 3 repechos a toda velocidad, por desoxidar un poco. Pues en el 2º repecho he vuelto a pisar mal y me he torcido el tobillo a cierta velocidad, y ahora duele bastante.

Ya no vuelvo a pisar suelo que no sea asfalto hasta la carrera. Y voy a trotar bien poco, me estoy jugando el GTP por culpa del tobillo, una zona donde jamás he tenido problemas. La verdad es que en este momento estoy muy cabreado con el tema.

En frío parece que no estoy mucho peor, pero desde luego he empeorado algo. Así que prácticamente dejaré de entrenar y confiaré en el "efecto Zatopek" para estar a punto dentro de... ¡Cielos, 10 días! Con alguna hora de menos.

viernes, 10 de junio de 2011

Mejor de lo esperado

He salido sin planes claros, pensaba ir suave hoy y darle fuerte mañana o pasado (con permiso de los pies, tobillos y agujetas), pero el caso es que he salido muy bien y sin dolores, así que he decidido hacer los toboganes de la Cañada (lo más duro de la zona), a ritmo tranquilo y con zapas de asfalto que eran las que tenía preaparadas. El caso es que según caían los kilómetros el tobillo izquierdo (el de las torceduras) empezó a molestar y decidí volver por el camino más llano. Pero el punto de vuelta queda un poco lejos por lo que he tenido que acelerar. Al final de todo esto ha salido un entrenamiento rapidito y con bastante tobogán, y el caso es que aunque el pie molestaba he ido muy cómodo y con fluidez en las bajadas de los toboganes :). Eso sí, lo de hoy no ha tenido nada de suave. Ritmo de 5:18 / Km que en ese recorrido es bastante rápido.

Al llegar a casa, después de los 20.8 Km con bastante pedrolo y cuestas el pie estaba igual que ayer después de los 6 suaves de asfalto. Es decir, la torcedura de tobillo evoluciona rápido, y lo demás ha ido muy bien, no quedaba casi ninguna molestia (ya era hora de ir bien!). Y además con el cambio de planes mañana toca suave y el Domingo sé que estaré otra vez bien para volver a las cuestas y pedruscos. Total, se trata de hacer casi lo mismo de hoy.

Me voy con el peque (que hoy no tiene guardería) p'a las fiestas.

Resumiendo: Feliz cual perdiz y happy como un okapi.

Eso sí, sigo con prudencia e ibuprofeno.

jueves, 9 de junio de 2011

Última salida larga.

El Martes seguía con dolor de pies. No hice gran cosa: Salí al asfalto a hacer 15 Km tranquilitos bajo la lluvia, pero con buena temperatura y sin viento, o sea que hasta agradable. Me siguen doliendo los tobillos . Poco en carrera, pero bastante en frío . Los he tenido peor, pero es que llevo 3 días sin forzar y el Sábado hice montaña pero poco.

Un poco preocupado de no estar bien para el último entrenamiento largo, pero es lo que hay.

He decidido que ya no hay más oportunidades para las Cascadia. Mañana Kanadia (aunque van peor en roca mojada) y el GTP también. Si me calzo las Cascadia será sólo para cosas cortitas, por variar. Les estoy pillando manía, hoy después de 3h de montaña y 3 días de descanso ando más cascao de pieses que el día anterior de montaña depués de 8 horas y 3 días suaves.

Y por lo demás me siento como un novato afrontando su primer maratón en demasiado poco tiempo y sin los deberes hechos: Cuando tengo que empezar a deskilometrar en lugar de preocuparme de afinar la "chispa" y disfrutar de ritmos más fuertes estoy calculando cuánto entrenamiento quitar para no estar en el borde de la lesión y poder acabar.

Lo bueno es que las cosas de tobillo y pies van rápido y en estas 2 semanas y pico tengo tiempo de recuperarme bien (que es la prioridad), pero no me puedo permitir el lujo de poner la guinda de los entrenamientos con unos "controlados rapiditos de montaña" que hubiesen venido muy bien.

Y la báscula sigue subiendo.



Ayer, Miércoles:

He salido vivo de la última supertirada larga montañera. Es repetición de la 1ª, "40 kilometritillos de nada" (43.4 Km han salido con los medios kilómetros y los despistes típicos). Y le he cogido manía y tirria y asco a ese recorrido. Salgo de Soto del Real, hago 3 y pico Km fáciles y engancho con el recorrido del GTP a la inversa, remontando todo el Arroyo de Coberteros, Collado de la Dehesilla, Canto Cochino y Maliciosa. Media vuelta y repetir esta vez en sentido GTP. Desnivel total de 2400 metros justos (4800 acumulados).

Le tengo asco porque es un recorrido muy lento y difícil, salen velocidades bajísimas y eso no quita que termine destrozao. Afortunadamente en el GTP ese tramo se hace de bajada y relativamente fresco, yo lo he hecho en ambas direcciones y la bajada (más de 1200 m seguidos de desnivel, con rampas de más del 25% llenas de pedrolos) deja tocado. Lo único bueno es que los tobillos, aun doliendo bastante y con 2 torceduras, no han vuelto peor. Y he completado el recorrido en 2 y media horas menos que la última vez lo que quiere decir que he conseguido superar el vertiginoso ritmo de 11:48 / Km

Tengo muchos arañazos porque esta zona también tiene vegetación "agresiva", y al llegar abajo y quitar la reductora he visto que iba sin gasolina (los 3 L de agua no han dado para las 8 horas y media). De hecho me metí directo en el coche y al volver estaba cortada la carretera. Buscando un camino alternativo me lié, me di cuenta de que no iba bien y paré en un bar a tomar el refresco más grande que tuvieran. Como no había latas... jarrón de cerveza con limón. Y sentó tan bien que repetí. Al llegar a casa "recuperado" y después de varios tragos de agua, al ir a ducharme me pesé y aún estaba 3 kilos por debajo de lo normal: Los 3 litros de agua (no 4 como comenté ayer) eran totalmente insuficientes para 8:30 con las temperaturas de ayer. Acabé deshidratado. Hoy la báscula seguía dando 1 Kg menos.

De todos los tramos este es con mucha diferencia el peor, tiene muchísimos metros de bajadas muy duras. Yo además lo he entrenado en ambos sentidos y es doblemente duro.

Por cierto, de Maliciosa a Canto Cochino tardé 1:37. Honradamente puedo descontar 7 minutos perdidos en un par de despistes y el relleno de 1 botella en una fuente (menos mal, tenía que haber rellenado las 3 botellas!). O sea, lo habría hecho en hora y media. El año pasado un salvaje hizo el descenso de 1200m de desnivel en 10 Km en 40 minutos justos. A 4 minutos el Km. Impresionante lo que son capaces de hacer los "verdaderos corredores de montaña".

Este corredor no petó, hizo podium en el GTP.



HOY he hecho una carrera de recuperación, me he ido al Camping (6.3 Km) a un ritmo fácil (5:34), todo por asfalto. Me ha sentado bien.

Los pies están MEJOR que hace 2 días salvo en dolor de las torceduras del tobillo izquierdo. Sin problemas de rodilla o cadera, y lo mejor es que no tengo agujetas de cuádriceps. ¿Me estoy poniendo fuerte? ¿He aprendido algo sobre cómo bajar? Lo cierto es que las fascias plantares han MEJORADO a pesar de la paliza de ayer. Está claro que las Cascadia le sientan mal a mis pies, y las Kanadia me están yendo muy bien. Ayer me fijé en los descensos técnicos: Tobillos débiles + descensos fuertes no van mal con las Kanadia así que ya está decidido que el GTP se correrá con ellas. Seguiré fiel a Adidas.

lunes, 6 de junio de 2011

Entrenamientos cortos.



El Viernes:

Hoy regenerativo. Según he salido de casa he cambiado de planes y lo he hecho por tierra, pero muy llano porque me dolía todo un poco y los tobillos bastante. 15K de trote cochinero, a 5:40 (pulso de 139 ppm). A ver si mañana se me pasan la mitad de molestias, espero que sí.


Sábado:

Hoy me he ido a la montaña, pero sin hacer algo excesivamente largo. En parte me fastidia porque he estado casi 2 horas al volante para correr 3, pero ha merecido la pena.

He ido al polideportivo de Navacerrada, a hacer el tramo de la salida del GTP y volver. Tiene mucho desnivel "seguido" y quería probar si va evolucionando mi incipiente técnica de descenso.

Tirando para arriba he pasado a 2 ciclistas. Como soy tan despistando no me he dado cuenta de que coincidí con uno de ellos en la salida, que estaba esperando a su colega (los 2 íbamos con gafas de sol a las 8 de la mañana ). Me dijo "sí que vas bien", él se ha quedado a acompañar a su colega y yo me he desviado a la parte dura del recorrido en la Fuente de la Campanilla.

De ahí para arriba, a caminar tirando de bastones. Muy bien ese tramo. Había bastante gente bajando (hoy han madrugado más que yo). Con muchos corredores con pinta de ser tan novatillos como yo.

He llegado a Maliciosa en aproximadamente 1:45, relativamente bien pero tengo claro que es una locura llevar ese ritmo el día del GTP sin pagarlo más tarde. El pulso era como de maratón, he ido fuertecillo. He perdido arriba más de 5 minutos haciendo fotos y hablando con gente de la cumbre y p'abajo.

Al principio bien por zona muy difícil. Adoptando la "postura de esquí" más bajo los cuádriceps están en permanente tensión, pero no hay zapatazo, es mucho mejor. Luego me he desviado un poco de la senda por unos bloques y me ha adelantado un corredor experimentado. En cuanto he retomado la senda el camino era un poco mejor y he conseguido ponerme a rueda y pegarme a él. Era un tipo solitario que de repente se ha parado (pensé que para dejarme pasar), y ha decidido tomar un desvío raro. Le pregunté que si era por ahí, me dijo que no, que él iba "a otro sitio" así que seguí a mi bola. Los tramos más técnicos han salido MUCHO mejor que otras veces, también es cierto que no es lo mismo llevar en las piernas 2 horas que 6, pero creo que en gran medida es técnica.

Y al final me he liado un poco cruzando por error un arroyo 2 veces, pero el ritmo de media ha estado más cerca de 5 que de 6 el Km, y en el tramo Barranca-Navacerrada he empezado a bajar de 5, cubriendo todo el recorrido a menos de 10'/Km que para mi nivel y el desnivel me parece que está muy bien. Los casi 20 Km de hoy han sido más duros que la media del GTP, y tienen 1000 y pico metros de desnivel.

Los datos detallados de los tracks dicen que: 20.34 Km a 9:45/Km, desnivel de 1140 metros (1050 entre salida y cumbre más 90m entre una pequeña bajadilla que hay que subir y un tramo corto que subí por donde no era y me di media vuelta). Pulso medio de 138 ppm. Total 3:18.

Lo hice con las Cascadia. La última media hora con molestias (tirando a dolor) en la fascia plantar. Los tobillos molestaban más que al salir, pero en el tramo de abajo no molestaron.

En la salida me estudié bien como ir del hotel al campo de fútbol, están pegados pero efectivamente tiene su truco, hay que tomar una veredilla por detrás de la gasolinera. Así puedo dejar el coche al lado de la carrera, un lujo.

Y al volver me di cuenta de que mi recorrido lo podría haber planificado un poco mejor: Bajando Maliciosa vi enfrente y con un camino muy fácil las antenas de Bola del Mundo (ver foto desde Maliciosa). Si fuese para allá luego podría bajar hacia Cotos (fácil) y al llegar al Collado bajar por donde se hace la bajada final del GTP, que es igual de técnica que la de Maliciosa, pero es la que tendré que hacer de noche y muy cansado. Ya la he hecho una vez, pero no hubiese estado de más repetir. Saldría un recorrido sólo un poco más largo (15....30' más?) pero mucho más interesante.


Ayer Domingo...

No tenía los cuádriceps cargados, lo que me anima un montón. Pero sí los tobillos, la parte interior, en los 2 tobillos. Yo ayer salí sin tener muy claro qué hacer y me fui a hacer asfalto suave, 15.1 Km de trote (a 5:24 el Km). Primer día que sufro el calor en mucho tiempo: Entre que estas semanas ha hecho fresco, que entre semana entreno a las 6 y poco de la mañana y los fines de semana en la Sierra siempre ha estado nublado como poco cuando no me ha caído una chupa de agua, no estoy acostumbrado a correr a buen ritmo a más de 20º.

Pulso medio 144. Mientras corría me parecía que el ritmo era flojucho (bueno para descansar) pero que el pulso era alto debido al calor. Cuando lo he metido en excel he visto que el ritmo está muy bien para ese esfuerzo, sobre todo con algo de calor. No iba nada mal.

Lo que noté en asfalto es que en curvas muy peraltadas (en donde el terreno está inclinado de lado) me molesta el interior de los tobillos, uno u otro según a qué lado se incline el terreno. En llano como no necesito hacer fuerza lateral con el tobillo no hay problema. Y eso es lo que duele por pedruscos. Tengo los tobillos flojuchos y las inserciones de esos tendones y los propios tendones doloridos. Lo curioso es que después de las bajadas del Sábado no tenía los cuádriceps nada machacados, pero sí los pies y tobillos.

Hoy Lunes...

tocaba hacer algo "normal tirando a larguillo o fuertecillo", preparé las zapas de asfalto y las de tierra con la intención de hacer algo por tierra sólo si los tobillos están medianamente recuperados y sin dolores. Pero cuando ha sonado el despertador he oído que caía una tromba de agua y como me encontraba cansadete y tenía la excusa de los pies y no había preparado el chaleco reflectante para irme a correr por carretera... He pensado apagar el despertador y que si me despierto a tiempo hago 6 kilometrillos y ya está. Pero llegado el momento he decidido tomarme vacaciones del todo.

Es curioso, por un lado me alegro y pienso que hago lo correcto. Pero por otro, preparando un ultra estoy descansando más días, perdiendo más sesiones y haciendo MENOS kilómetros que preparando un maratón.

Después de un regenerativo y un "cero" mañana haré... otro regenerativo o similar. Quiero hacer bien mi última tirada larga el Miércoles. O sea, 3 días seguidos de no "entrenar de verdad".

La báscula y el contador de cervezas dicen que sí podría hacer una vida un poco más atlética en las 3 semanas que quedan . Y el fin de semana que viene fiestas!

jueves, 2 de junio de 2011

Después del descanso... de nuevo a la batalla.

Martes 31.

Después de hacer 6 y poco kilómetros en 2 días de repente me encontraba muy bien. Todas las molestias se habían esfumado, me sentía suelto, ligero, elástico y hasta rápido. Había puesto el despertador temprano y había preparado el chaleco reflectante para salir a la carretera, ya que los caminos debían estar impracticables por el barro. Mi intención era un rodaje larguito por asfalto, rapidito, a un esfuerzo menor que maratón. A ser posible a 5:00 el Km, ritmo que últimamente me parece impensable debido a mis velocidades de entrenamiento tan reducidas por el terreno difícil.

Como es tarde creo que tendré que recortar el recorrido a 21.1 Km en lugar de 23.1. ¿seguro? La verdad es que me veo cuesta arriba a 5:00 y cómodo. Ya no me acuerdo de los ritmos en este punto, pero si puedo subir a 5:00, el ritmo medio debe ser mejor. Me preocupo de no pasarme de ritmo y decido hacer los 23.1 Km. ¡Están saliendo!.

Acabé a un ritmo de 4:44 / Km. El nivel de pulso - esfuerzo se ha acercado al de maratón (156 ppm) y se nota que he perdido capacidad de mantener ritmos fuertecillos: A la hora y poco el pulso se me ha empezado a ir, hace mes y medio podía mantenerme a ese nivel de esfuerzo o un poco más durante bastante más tiempo. Casi me alegro, prefiero que el cuerpo me avise al momento en cuanto suba al ritmo a la "zona roja" del cuentavueltas.

El descanso se ha notado, he salido muy suelto y sin molestias... pero al acabar los 2 pies duelen bastante, por el interior, justo entre el tobillo y la planta del pie (creo que son los tendones que levantan el interior del pie, ¿los peroneos?). Pero estoy animado, parecen dolores de los que aparecen y desaparecen rápido.


Miércoles, 1.

Hoy hace viento... y bien fresquito. Casi que se agradece. Ya he hecho los deberes: Sin tenerlo muy claro he pensado rodar por los toboganes porque me veía un poco perjudicado de ir rápido ayer y no me veía con fuerzas de hacer cuestas. Pero un barrizal me ha hecho replanteármelo y he terminado haciendo una hora y 5 minutos de "rodaje en cuestas". Subir y bajar sin recuperar, como si fuese un rodaje, solo que la subida es trotando-andando al final y la bajada haciendo técnica, concentrado y relativamente rápido, y volver a empezar sin ninguna pausa, con pulso medio todo el rato.

Muy contento, han caído 25 cuestas (entre 500 y 600m de desnivel en total) a una media de 2:36.1 cada una, que creo que es más o menos la del último día que hice lo mismo pero con menor Nº de cuestas. Con la ida y la vuelta y un poco de propina he estado hora y media, la distancia no la sé ni me importa mucho. El pulso ha sido de rodaje tirando a rapidillo, o sea que bien.

Muy contento también porque creo que le estoy pillando el truco técnico a las bajadas: postura un poco más baja, flexionando tronco y piernas un poco, y tratando de centrar el peso más adelante, como al patinar o esquiar. Tengo que pensarlo para que salga, no es natural (sobre todo cuando uno va a la defensiva). Cuesta un poco más en los cuadriceps, pero con esa postura no se dan "zapatazos", no se aterriza de talón y los cuádriceps acaban mucho MENOS machacados. El problema es que esa postura no sale si uno va cansado.

Al final es como el maratón: Hay que vigilar que la postura no sea mala, si se empieza a correr con mala postura se entra en una espiral de desastres (respirar mal, encorvarse más, amortiguar peor, respirar aún peor al tratar de mantener ritmo....) que acaban bajando el ritmo hasta extremos patéticos. Ya consigo ir rápido pero SIN ZAPATAZOS, aterrizando sin usar el talón. Hoy después de las 25 cuestas he terminado mejor que el último día después de 12 ó 15.

Otro truco que leí y que he practicado es extender los brazos (en plan "avioncito"), con eso uno evita impulsar con los brazos en bajada, mejora el equilibrio y en caso de apuro prepara para un eventual hostión.

Hoy he ido bien con las Cascadia, creo que las zapas no tienen culpa de cómo mis pies se van adaptando poco a poco a las nuevas condiciones.



...y Hoy Jueves:

Hoy me ha salido un entrenamiento bueno bueno por la Cañada Real, por la zona de peor desnivel que tengo cerca. He salido un poco tarde y como me encontraba bien, en lugar de recortar he acelerado. Tengo la sensación de haber ido más rápido que nunca y con diferencia. Con lo cual llevo 3 días fuertecillos seguidos, estoy abusando de mi descanso de 2 días que tan bien me sentó.

19.8 Km de monte con 350m de desnivel, me sale a 5:28/Km y efectivamente es, por mucho, record del recorrido. Eso sí, me lo he currado, el pulso mucho más alto que otras veces (156). Supongo que ahora estoy empezando a correr rápido en las bajadas y que las pocas subidas caminando empiezo a hacerlas rápido. Eso quiere decir que voy menos limitado de patas, o sea que bien.

Mañana tranqui total.