lunes, 23 de julio de 2012

Segovia

Inspeccionando la meta desde una ubicación inmejorable, el Sábado.
Por fin después de 4 años sí hay una entrada de vuelo en el blog!

El vuelo fue desde Fuentemilanos con el DG-200, unas 4 horas muy agradables.

lunes, 19 de septiembre de 2011

II carrera Madrid-Segovia por el Camino de Santiago

LA CARRERA.
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Entre la falta de motivación de los primeros y últimos días y la falta de PC en las vacaciones no hice nada de planificación de carrera. Decidí a última hora cosas como no llevar bastones, ir a 2 etapas y llevar un mínimo de peso en una riñonera, la que usé en 2 ediciones de los 100K de Corricolari. No la he usado en más de un año. El viernes calculé cuanto Isostar en bolsitas me iba a llevar a la carrera, cuánto beber y qué ropa llevar y cuál dejar de reserva,

Hice las mochilas el Viernes, no dormí ni mucho ni bien en los 3 últimos días. Lo más positivo... ¡Las ganas de correr! El Sábado tomé una decisión arriesgada pero importante para la moral: Las llaves del coche no irían conmigo en la riñonera. Irían en mochila hasta Segovia. Es decir HABÍA que llegar a meta aunque fuese en autobús o a gatas. No podía volverme en bus desde Cercedilla a Madrid.

Después de saludar conocidos (Emilio, Julito, Claudio Luna, Emilio Comunero, CyT...) me puse en marcha. Buenas sensaciones, kilómetros a 7 o menos, pulso muy alto (¿será por la inactividad de los últimos días?). No cuadra. Me acomodo y espero, la carrera es larga.

Los kilómetros van pasando, me paro a orinar (voy bien hidratado), troto despacio o camino rápido a la menor dificultad. Emilio y su grupo de Garabitas y yo nos vamos pasando varias veces. A los demás no los conozco, pero veo que Emilio va mucho más relajado que yo. A mis 7 minutos / Km voy agusto, pero no sobrado. Él sí va sobrado.

Antes de llegar a Tres Cantos ya voy por camino conocido, coincide con los Km ochentaitantos de los 100K de Corricolari. Avituallo y sello, y voy para Colmenar. De nuevo zona conocida, no olvido mi espantosa pájara del año pasado en el Km 91, cuando estuve a punto de retirarme yendo de los primeros. Hoy, empezando la carrera todo es más fácil, pero intento recordar bien la lección: Hasta el rabo, todo es toro.

Hago los 11 ó 12 cruces del arroyo de Tejada. Ahora está seco. Y la cuesta del Cementerio (casi la meta de los 100K24H). Llego a Colmenar y me paro lo mínimo. Aunque llevo casi 1 semana sin fiebre, aún tengo mocos y pus de la sinusitis. Durante la carrera me molesta cada vez más.

Sigo hasta el tercer avituallamiento. Empiezo a respirar un poco peor, el pulso todo el rato en ciento cincuenta y tantos, cuando lo normal para mí sería por debajo de 140 a estos ritmos. Ya no sé si es calor o el parón de los últimos días o no haber entrenado NADA los ritmos un poco más vivos, pero el cuerpo me pide ir más despacio. Así lo hago, y al echar cuentas descubro que voy francamente rápido. Y he completado 1/3 de carrera. Y saludo a Miss Pegasus que está repartiendo ánimos a los corredores. Recuerdo el primer tercio del GTP, Dios Santo qué diferencia de horas y de sufrimiento. Con la moral muy alta decido tomarme las cosas con calma, por si acaso. Empiezan las horas de más calor. Ya no paro a orinar, eso me obliga a seguir el guión: Beber al menos 1L de bebida entre avituallamientos. Aunque duela. No paré a orinar hasta meta.

Hacia Manzanares hay un trozo algo más difícil de 3 ó 4 Km, pero lo conozco bien, es común a los 100K24H. En el rutómetro dice "difícil acceso para ambulancias", me hace gracia cualquier comparación con el GTP. Ese tramo lo hago en paralelo con... La ambulancia. Un quad que tuvo dificultades por la zona. La verdad es que hicimos mucho tramo pasándonos el uno al otro.

Ahora viene un tramo difícil, la bajada técnica hasta Manzanares. Ridícula comparada con el GTP, pero dura para un típico corredor de asfalto. La conozco de los 100K24H. ¿seguro? Pues no, me llevé una buena sorpresa: Se baja por donde se VUELVE en los 100K24H, es una bajada suave, muy corrible, es una zona donde acelerar y relajarse. Nada de sufrir. Así que llego al 40 feliz y sólo un poco más lento que los primeros Km.

Parada corta, bebiendo mucho y a por lo siguiente. Me suena que es La Barranca, pero estoy equivocado, es Mataelpino. Eso y el recorrido desconocido me descoloca un poco, me veo subiendo mucho para luego perder gran parte de lo ganado, no estaba en lo cierto por no haber estudiado bien el recorrido. Ese tramo se me hace largo y duro. Pero es normal que pasen estas cosas en un ultra. Miro hacia La Maliciosa y se me pone una sonrisa de oreja a oreja. No voy a tener que llegar ahí arriba. Ni bajar ni repetir y repetir como en el GTP. Si estuviese en forma correría TODOS estos km de repechos corribles. Como no lo estoy, pues a caminar con paciencia. Queda mucho.

En cierto pueblo con avituallamiento me hizo gracia que me pregunté dónde estaría y vi unas grandes letras de un pub que decían "Kill The Pine".Es la hora de más calor y... he acabado la mitad. Me está pareciendo fácil.

Hacia la Barranca hay más desnivel del que esperaba,luego entendí que en el GTP se subía por otro sitio más llano. No problemo, meto la reductora y trato de caminar bien, no rápido pero sí con buena postura. Al fin y al cabo mis tiempos de paso son buenos. Hago un avituallamiento exprés y a seguir.

Ahora me encuentro una sorpresa MUY agradable. Estoy a 1350m de altitud. La subida a la Fuenfría son 600 y empieza dentro de sólo 7 ú 8. O sea, bajada agradable y ya habré hecho la segunda etapa. Son las 4:37 de la tarde y tras una bajadita cómoda voy a coger (je, je) ¡ropa de abrigo y el frontal! Intento recordar por dónde iba en el GTP a esa hora. Uff, hoy me parece im-po-si-ble lo que se puede hacer bien entrenado.

Aún mejor, me encuentro con casi 2Km de bajada suave y de asfalto. ¿Qué más se puede pedir? Pues un poco de atención, porque me salté el desvío. Unos corredores a los que pasé me avisaron a la vez que el GPS, el error se saldó con 100 metrillos de propina o menos. Ná. El GPS dice que me queda... un maratón.

En el Km 62 debo tener algún bajonazo, no tiene cuestas pero sale en 13 minutos. Pero ya estoy en Cercedilla. No son ni las 5 y media, y yo tenía miedo de subir de noche la Fuenfría!! je, je.

En el polideportivo hago la única parada programada. Sin prisas, me doy un homenaje. Todo menos ducha y paella: Frontal, fuera gorra y gafas, cambio de calcetines, cambio de mallas, vaselina, tirar basura, cargar 4 bolsitas más de isostar, 2 paquetes de kleenex, que la nariz me da problemas por la sinusitis y muchas coca-colas sin cafeína. 25 minutos. Al salir voy totalmente "frío", me cuesta mucho incluso andar rápido. Sin problema, es buen momento para llamar a casa, asi que camino tranquilamente y espero pacientemente a que las piernas vayan como antes. Total, ahora tengo la peor subida de todo el recorrido...

El caso es que algo voy subiendo, pero muy poco a poco, con poca pendiente. Y después del descanso de Cercedilla troto bastantes tramos de subida. La "terrible subida" no llega nunca. Es suave. De asfalto en los primeros Km. Curiosamente adelanto a corredores que son más rápidos que yo tanto caminando como corriendo. ¿Cómo? haciendo trote cochinero... más % de tiempo. El asfalto es ideal para correr MUY despacio. Hago Km de media en menos de 10 minutos y llego al avituallamiento de la Carretera de la República antes de las 7. Con mi frontal en la cabeza y un Sol de justicia. Voy con tirantes y he decidido coger sólo unos guantes para la noche, pero es que voy a coronar la Fuenfría mucho antes de que anochezca. He hecho la mitad de la "terrible subida", tanto en distancia como en desnivel. No era para tanto. No es chulería, no he oído ningún comentario negativo de esta suave subida.

De nuevo recuerdo la Fuenfría del GTP. No llevaba algo menos de 9 horas de trote agradable, sino 17 de sufrimiento con las piernas machacadas por 2 bajadas de 1000 y 1200 metros. Eran 600m, pero no en 13 Km (menos del 5% de desnivel) sino por una trocha de 2.5 Km (rampas del 30%). Definitivamente los Km de esta carrera "caen solos" de otra manera.

De ahí hasta La Fuenfría: Más de lo mismo. Menos del 5% de pendiente, es incluso más trotable. Aprovecho. Km entre 8 y 9 minutos, corono justo a las 8 de la tarde. Ahora es TOOOOOOOODO bajada. Tengo bien las piernas. Y los pies. Y la moral.

Si consigo trotar a un ritmo de 7 u 8... ostrás, va a salir buen tiempo!

Pero el terreno es bueno (al principio un poco demasiado pedregoso para Julito). Luego se coge una pista asfaltada MUY buena. No me lo puedo creer: Al final la organización ha metido un medio maratón de asfalto con una bajada suave y corrible. Ni hecho a medida! Los kms salen a 6 ó 7 por las pequeñas paradillas, la llamada a casa, beber caminando, reponer isotónico, hemorragias de nariz (muy irritada por todo lo que salía por culpa de la sinusitis). Cuando no hay paradillas, a 5 y pico. Pulso bajito, esfuerzo muy bajo, casi arrastrando los pies, sin esfuerzo. Un sueño. Enciendo el frontal al mínimo, en asfalto sólo necesito que me vean.

Llegando a la Cruz de la Gallega hago un Km más lento (¿bajonazo? no lo recuerdo), avituallo rápidamente y me concentro en los 11 Km finales. Si los hago a 8 el Km haré mejor marca en 100K, parece MUY fácil. Me encuentro con una bajada más técnica y pedregosa pero... tengo un buen frontal y las piernas bastante bien. Le doy caña y "me tiro" por una bajada de fuerte pendiente que no me esperaba. No importa. Mucha atención para no tropezar (tengo un par de amagos) y caen Km a 6 y poco. Veo que me distancio mucho de los frontales de otros corredores que salieron a la vez que yo del avituallamiento. El pulso sube (porque estoy "corriendo"). Llego a la vía del AVE un poco cansado, en 9 minutos. Nuevo despiste, pero el GPS me lo cantó, rodeo de 50 metros. Ahora hay menos pendiente (parece cuesta arriba pero no es cierto), y bajo mucho el ritmo.

No voy bien, me pongo a caminar rápido. Miro el pulso. Baja y baja, pero me veo débil. Camino más lento, el GPS me canta este KM en 10 minutos. Los frontales que dejé atrás se acercan, no me importa, tengo que batir las 13h 53' del año pasado en Corricolari. A 10'/Km lo lograré.

Pero me mareo. Camino muy despacio, como borracho, en zig-zag. Voy mal. El GPS dice que he hecho 1 Km en 12 minutos, pero sólo estoy 900 y pico metros más cerca. Me pasan 2 participantes, el que va andando me pregunta algo y me ve muy mal, a pesar de estar a 3000 y pico metros de meta. No, a 12'/Km no lo voy a lograr, pero tengo que llegar a meta como sea sin pedir ayuda médica. Valoro seriamente sentarme, pero no encuentro el sitio bueno y me acuerdo de la pájara con hipotermia del año pasado. Ya tengo algo de frío (con 20º !!) y sólo cuento con los guantes. Decido aguantar caminando a toda costa, espero no caerme. Momento muy duro de cabeza, el peor.

Me duele el estómago y la tripa. Aflojo la riñonera y de repente mis tripas parecen ponerse en marcha. Eructo. Me bebo el cuarto de litro de isostar que queda y sigo andando penosamente, a ver si el problema es digestivo. Pulso a 90. Paciencia.

El siguiente Km casi igual, 11 minutos. No voy a llegar. Pero pienso: A poco que se me pase, si logro andar rápido a 9 ó 10 y luego hago un "sprint" de 500m "por vergüenza torera" tal vez... Y me veo andando más rápido. Prudencia. Intentar MMP con mucha cabeza. Pulso a 100, eso es que debo ir algo más rápido. Acelero caminando. Y me pongo a trotar lo más lento que puedo: Y ese Km sale a 10 y pico. Lo podría lograr!

En la glorieta empieza una cuesta arriba. No pasa nada, a caminar rápido. Pero... la cuesta es hasta el paso de cebra, hay que seguir por donde venía. Es decir, bajando. ¡Bien! A trotar. Pulso en 130, debo ir rápido, quedan 2 Km, no voy a guardar nada. Km en 8. Ya lo tengo. Y ahora a correr, Km en 6:27 y últimos 300m con aparición repentina del acueducto a ritmo de casi 5.

13h 47 minutos. MMP por 6 minutos. Puesto 47. Feliz, feliz, feliz. Alli saludé a Julito que "no me esperaba tan pronto". ¡Ni yo tampoco!

Después de estos 100K sólo tuve los problemas secundarios de la sinusitis (aparatosos, pero nada problemáticos) y unas espantosas rozaduras por culpa de no haber entrenado nada con la riñonera. Muy bien de piernas, cero ampollas, cero uñas negras y el Domingo no me encontraba especialmente agotado. Sólo asqueado de dulces y con ansias carnívoras.

En lo demás... coincido con todos los comentarios sobre voluntarios, organización, etc.

Moraleja: Para llevar ritmos decentes hay que estar entrenado. Pero para aguantar muchos Km en las piernas, "el que tuvo retuvo". Esa resistencia a los Kms que tanto cuesta conseguir se pierde muy poco a poco. Creo que ahora no podría hacer un maratón en 4 horas, pero si el terreno es fácil, trotar / andar muchas horas no me supone mayor problema. De hecho creo que mis entrenos montañeros me han dejado algo de fuerza que no tenía cuando corría fuerte por asfalto. El perfil de carrera... como si lo hubiese pintado yo por encargo para sacar partido al 100% de mis modestas cualidades.

Esto ha sido lo mejor para enterrar totalmente mi frustración del último MAPOMA: cuando menos lo esperaba y cuando "peor" he entrenado me ha salido una gran carrera. No perfecta, porque no me exprimí, pero sí bastante buena y con MMP.

Definitivamene esto es otro deporte diferente de los maratones o carreras más cortas. Otras cualidades, otros problemas, otra manera de medir las cosas. Recomiendo probarlo. Es imposible deducir las posibilidades ultrafondistas de un corredor sólo porque sea incapaz de hacer un 10.000 en 55 minutos mes y medio antes. Y recomiendo la Madrid - Segovia para debutar.

Preparando la Madrid-Segovia, 100 Km

ANTES DE LA CARRERA.
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Corrí el GTP, con muy buena forma, aunque no suficientemente fuerte de piernas y pies para los desniveles brutales de esta prueba. Luego descansé, me gustó y me tomé unas vacaciones altéticas de 5 semanas. Vida 100% sedentaria, comiendo como cuando entrenaba. 5 kilos más. Quedan 7 semanas para la Madrid-Segovia, 4 para meter kilómetros, 2 para reducir y 1 para descansar. ¿Cómo estoy?

El 30 de Julio acompaño a mi mujer a uno de sus entrenamientos. 10K en 58 ó 59 minutos (ella siempre lo hace igual). El pulso llega a 180 (ni en series subo tanto cuando estoy en forma). Respiro pesadamente y antes de dar media vuelta estoy descontando metros para el final. Sensaciones de CARRERA de 10.000. Mi mujer se asusta un poco de lo mal que voy, le digo que lo que se pierde pronto se gana pronto, ir "TAN" mal será cosa de 3 ó 4 días. Ella, sin despeinarse a esos ritmos, que es lo normal.

El 31 igual, pero con agujetas. Pulso a 17x. Tolero mejor el esfuerzo, pero objetivamente respiro como si estuviese compitiendo un 10.000.

La siguiente semana vuelvo a entrenar de madrugada. Sin calor el pulso baja a 16x, me encuentro mejor. Como voy solo bajo el ritmo a 6:10/ Km. Mi objetivo es meter Km y bajar peso sin mucho estrés. Quedan 6 semanas.

La siguiente estoy de vacaciones. Buen tiempo para meter entrenamientos más largos, dormir bien, poco estrés. Corro todos los días, a veces doblo (10+8 Km o algo así), a veces camino por la arena de la playa. El pulso y el esfuerzo son tipo maratón, 15x pulsaciones, pero los ritmos están estancados. No hay problema, hay que quemar grasas. Paciencia. Estoy en los esfuerzos adecuados, los ritmos ya mejorarán.

Hay un factor que me anima: Lo que se gana rápido se pierde rápido. Pero lo que cuesta meses no se pierde en 5 semanas: Mis patas toleran subir de 0 a 70 y a 100Km sin el menor problema, al menos a trote cochinero. Hago mi "primera tirada ultralarga" aprovechando la Luna llena del día 12 de Agosto, porque no aguanto entrenamientos largos con el calor del día y... no tengo frontal. Se trata de caminar / trotar sin estrés un Nº de horas razonable. Salen 30K en casi 4 horas (a cerca de 8 el Km!). Y por llano y asfalto. Contento, aunque si comparo con mis entrenamientos de maratón de esa misma distancia hace apenas 4 meses y siempre a menos de 5 el Km.... me parece imposible!


Quedan 5 semanas, 2 de subir carga a los entrenos, 3 de bajar y recuperar. Muy justo.

La siguiente semana sigo el mismo plan y me llevo las primeras alegrías. Después de 2 semanas de meter más y más carga de entrenamientos el cuerpo empieza a reaccionar y los tiempos bajan por días. Al mismo esfuerzo (o un poco menos) empiezo a entrenar en 6:00 (como el primer día), 5:50, 5:45, 5:40. Hablamos de hacer 10...12 Km doblando ocasionalmente. No necesito más ritmo para un ultra.

Tirada larga de madrugada el 19 de Agosto: 42K. Al final A LA IDA ya me di cuenta de que iba mal, recorté y salieron 39.5 Km. Cuando llevaba unos 34 me dio una pájara de aúpa. Poco líquido para tanto tiempo con calor. 5 horas para menos de 40K. Mejoro rápido pero...queda 1 semana dura y luego el deskilometraje. Me consuela que las mejoras llegan 2 semanas tarde, y que ahora estoy recogiendo lo sembrado durante... UNA semana!

Cambio de sitio de vacaciones, 10 días en un "todo incluído" de playa, cero estrés. La "semana larga" clave de 10 días, con la tirada más larga de todas justo a la vuelta, a 2 y media semanas de la carrera.

Entreno sin planes. Sigo muy bien de piernas, los ritmos y los Km suben poco a poco. Como no hay cuestas y... soy un poco vago entreno en llano y por asfalto. Para acabar las chapuzas no estiro ni hago abdominales (cero en todas estas semanas). Quería haber doblado algún día, pero al final por unas cosas o por otras no lo hago.
Sin darme cuenta entro en una rutina de rodaje lento corto / rodaje lento largo en días alternos. Los Km van subiendo de 11 a 16 los cortos y de 25 hasta 32 los largos. Llego a los 130 ó 140 Km semanales, cuando haga el rodaje superlargo es posible que haga un record semanal de Km. Y las patas bien. Noto la bajada de peso a pesar del "todo incluído" del hotel. En esos 10 días las mejoras en los tiempos vienen solas (llego a 5:20 en rodajes cortos y sobre 6 en los largos) y la moral me sube mucho.

El último día de vacaciones sufro un virus o una intoxicación. Lo paso en la cama (yo jamás he cogido una baja médica y era incapaz de bajar a la playa a por un cervezorrio). Al día siguiente salgo a rodar suave 10Km, pero me cuesta mucho.

El siguiente tocaba la tirada super-larga, ya en Daganzo, pero estoy mal. Ya no puedo hacerla hasta el Sábado por trabajo. Eso es a 2 semanas de la carrera. Muy cerca. Definitivamente las cosas se han torcido.

En esos días me encuentro mal o peor, corrí sólo 1 día. El Sábado no estoy bien. Dejo la última salida larga in extremis para el Domingo.

El Domingo, despues de una semana casi en blanco salgo a hacer 50 Km en 6 horas, por caminos y con un buen plan de hidratación por el camino. Lo bueno: Primer día de usar las zapatillas con las que voy a correr, ni un sólo problema. El ritmo no es malo, estoy en caminos y no en asfalto llano. Y fui bien casi hasta el final. Lo malo: Un pajarón espantoso a sólo 4 Km de casa. Me animo pensando que eso es un buen "entrenamiento para la cabeza". Pero me pregunto si es prudente ir a una carrera de 100K cuando soy de momento incapaz de superar 46K en entrenamientos LENTOS y después de un buen descanso. Parece descabellado.

Mi incipiente resfriado se convierte en una sinusitis de las peores que he tenido nunca. La siguiente semana (la semana -1) salgo sólo 1 día. Tengo fiebre y dolores. Tomo antibióticos. En casa la "vuelta al cole" resulta muy estresante. Me arrepiento de haber pagado la inscripción, si me recupero y tomo la salida lo que ocurra es una incógnita, pero pinta mal.

El Sábado hago un entrenamiento "larguillo". Calculé algo menos de 3h, pero hacía calor y llevaba sólo 2L de agua, así que a medio camino decidí hacer 2h y añadir luego alguna propina cerca de casa si me quedaba con las ganas. No fue así, a las 2h estaba con ganas... de acabar y lo dejé ahí. Me costó.

El Lunes no salí: Tenía cansancio y dolores sólo de los 20 Km de trote del Domingo. Mala pinta. Decidí tener fe y no forzar las cosas. El Martes y Miércoles salí un poco, menos de 1h suave. Estoy en 70 Kg, 3 más que en el GTP o 5 más que en mis mejores maratones. Al menos he perdido 2 en estas semanas y no tengo sobrecargas ni lesiones.

¿La sinusitis está curada del todo? El Domingo pasado tal vez no (y por eso costaron tanto los 20 Km de trote), pero con un poco de suerte el Sábado no debería dar problemas.¿Qué pasaría el Sábado? ¿Iría como en los entrenamientos (que es lo normal), o sea MAL y acabaría en retirada? ¿O recogería lo que había "sembrado" en 3 ó 4 semanas de entrenos irregulares y mal planificados? ¿El "efecto Zatopek" funciona cuando no ha habido entrenmientos buenos desde que empezó el verano?

lunes, 27 de junio de 2011

¡Finisher!

¡Finisher!

He terminado la 2ª edición del Gran Trail de Peñalara.

Esta carrera es durísima. Las hay más largas, más duras, con más desnivel, a gran altitud o en condiciones extremas, sí. No puedo ni imaginármelas. Pero en mi limitada experiencia esta carrera ha sido durísima, muchísimo más que lo más difícil que he hecho hasta ahora (que han sido 2 ediciones de los 100K en 24 horas de Corricolari).

Tanto en entrenamientos como compitiendo creo que el salto entre los maratones de asfalto y los 100K24H es menor que el salto entre estos 100K y el GTP. Al menos para mí que tengo buen aguante en largas distancias y relativamente poca fuerza en las piernas.

El Viernes me acosté tirando a tarde, sobre las 11. Mientras ponía el dorsal me asaltó una vieja duda sobre si llevarme el peto de la mochila o no, pero dándoles vueltas a los pros y contras decidí que no. Menos mal. El Sábado me desperté un rato antes de que sonasen mis 2 despertadores. Como un niño la noche de Reyes. Me asomé a la ventana, con las primeras luces se veían las cumbres de Peñalara y Bola (fácilmente identificable por las antenas). Miré a la derecha y… en la ventana de la habitación contigua había otro corredor (supongo) mirando las montañas.

Me vestí sin prisas, todo preparado: ropa, vaselina sólo en los pies (no tengo muchos problemas de rozaduras), mucha crema solar, lentillas, gorra, gafas…

Salí del hotel y retiré mi bolsa de desayuno: Bollería con chocolate (perfecto) zumo (muy rico, arriesgado porque nunca tomo) y una manzana que apenas probé. No necesito café, aunque llevo déficit de sueño estoy como una moto.

En el control de equipo me llevo mi primer “susto”. A muchos les revisan el material. A mí no, pregunto y de mala gana me leen la lista y casi ni miran qué llevo y qué no. ¿Por qué? Porque aunque pensaba que mi “equipaje” era minimalista… Era de los más grandes. Los expertos son capaces de empaquetar todo en menos espacio. Y llevan muy poca cosa. Menos mal que no llevé el peto, demasiado calor. Eso sí, yo llevaba probablemente más cantidad de azúcar y sales para tomar alimentación exclusivamente líquida sin depender de nadie en avituallamientos. Ahí acerté. Por cierto, para curiosos, mi mochila pesaba 2950 gramos con los botes de agua vacíos, lleno a tope se pone en 4650, bastones incluidos.

Paso dentro, enciendo el GPS, arranco el programa en el móvil, hago un par de fotos, acabo de desayunar y observo a los compis anónimos de carrera. En general delgaditos como los fondistas… pero con unas piernas mucho más fuertes. Hay mucho corredor de montaña, yo vengo del asfalto después de un cursillo acelerado de 2 meses. ¿Dónde me habré metido? 2ª vez que algo me dice que no estoy en mi terreno.

Dan la salida y me pongo a trotar, en alguna rampa hago amago de caminar pero al final sigo trotando. Pulso acelerado, debe ser mezcla de nervios y estar haciendo la digestión. Empiezan las rampas de Maliciosa, saco bastones. Sigo con pulso acelerado pero el camino se estrecha y es difícil adelantar… tampoco me apetece echarme a un lado ni “tapar” a nadie, así que voy “rapidito”. Gran error, no se debe ir “rapidito” en la primera cuesta de un ultra. La gente es muy “profesional”, NADIE habla, en MAPOMA los corredores hablan más. Al coronar Maliciosa me llevo doble alegría: He tardado menos que entrenando (10 Km en 1:45) y no hay que subir los últimos 10 metros. Guardo bastones, saco chocolatina (en bajada puedo darle trabajo al estómago) y empiezo a bajar.

Ahora sí que hay algo que me recuerda que no es mi terreno. La bajada. Estoy bajando más rápido que en entrenamientos, un poco asustado por el tobillo izquierdo, pero el resto de corredores ¡Impresionante cómo bajan! Eso no es nada, la élite de chicas había subido más o menos a mi ritmo… pero en bajada era aún más impresionante. TODAS las mujeres que iban a esos ritmos eran expertas y TODAS bajaban mucho más rápidas que los hombres de ese ritmo. Y yo bajo bastante peor que la media de hombres que hacen los mismos tiempos que yo. Y eso que estaba haciendo tiempos mejores de lo previsto en entrenamientos en esa misma zona. La roca seca, las marcas del camino y ver dónde pisan los demás corredores ayuda mucho.

Llegue a Canto Cochino antes de lo previsto, en 3:11, sin ninguna parada ni siquiera corta, definitivamente sin problemas de tiempo en el primer control,. En las zonas fáciles de antes preparé los polvillos de Isostar y suero dentro de las cantimploras, para hacer un avituallamiento muy rápido y afrontar la siguiente etapa. Paré menos de 2’. En ese avituallamiento adelanté posiciones, siguiendo el guión.

Mi estrategia: Comer sólido sólo antes de bajar Maliciosa (no importa tener el estómago ocupado digiriendo) y 1 solo gel para el final, por si con el fresco nocturno ya no necesitase beber. El resto, entre medio litro y 1 litro de Isostar “normal” según el tramo, más entre medio y uno de “suero de farmacia” (de 2 tipos) que tiene menos azúcar pero repone sales. Para que me salieran las cuentas de calorías había que sumar aproximadamente ½ litro de coca-cola en los 3 avituallamientos donde estaba previsto. Más la coca-cola especial de la Hoya de San Blas. Ese era el mínimo, luego, si hacía calor tenía varias dosis extra de suero, que pesa poco (23 gramos por litro de bebercio). El plan era OBLIGARME a tomar lo mínimo (cantimploras llenas, 1.7 litros + coca-colas) y añadir extra en los avituallamientos según mi estado de hidratación.

Desde Canto Cochino hasta el Refugio Giner de los Ríos se me hace corto, llego allí con un tiempo de 3:30 (10 de la mañana). Hoy estoy más descansado que las 2 veces que lo he hecho entrenando. Bien. Subo para el Collado de la Dehesilla, voy a un buen ritmo con los bastones “a un ritmo demoledor” que diría Miguel Angel G.B. Se me viene a la cabeza su expresión cuando uso bien los bastones. Zancada amplia (demasiado?) en subida. Llego arriba en 40 minutos, guardo bastones y ahora viene el tramo que menos me gusta de todo el recorrido: La bajada por el Arroyo de Coberteros.

Hoy voy con más fuerzas que en los entrenamientos en esa zona. Además parece que han dado un par de machetazos para quitar algo de vegetación. O los primeros habrán arrancado parte de las ramas con sus brazos y piernas. Me araño, pero menos que cuando entrené por ahí. Hoy está todo muy bien marcado. Y seco. Y voy acompañado. Pero en esta bajada me duelen los tobillos, bajé Maliciosa demasiado fuerte y ahora ya no soy capaz de ir a un ritmo parecido. Me adelantan todos. No me agobio, voy bien de tiempo, me estoy comiendo el “colchón” pero decido ir a “mi ritmo”. Que en bajada es lento. Nada de “técnica de carrera”, caminando y cabreado esperando al final de la cuesta.

Ahora que lo veo la bajada de marras sólo me llevó 40 minutos para 400m, tampoco está tan mal, son las 11:20

Llego abajo, hago el tramo que ha cambiado desde el año pasado (lo conozco bien de mis 2 entrenos), y ahora toca subir a la Hoya de San Blas (No será “Olla”?), cocedero de corredores de montaña. Voy bien de tiempo y sé que ahora lo que viene es muy corrible. Preparo las raciones de sales y en el avituallamiento me encuentro con Miss Pegasus que ofrece Coca-colas y Aquarius a los “enchufados”, que creo que somos muchos. Muchas gracias!! Menuda inversión personal en bebidas heladas. Me dice que Julito pasó hace un buen rato sobre el puesto 20, ahora sé que va delante. Y mucho. Esta segunda parada es de 5 minutos justos. Me pongo crema como si fuesen a prohibirla mientras camino. Hmmm, las gafas de Decathlon de 9€ además de ser más ligeras van un poco más despegadas de las pestañas y no se ensucian nada. Mucho mejores que las que usé en entrenamientos. Llevo 5 horas 7 minutos, demasiado rápido (me estoy dando cuenta mientras escribo) y definitivamente ya sin problemas con controles de tiempos.

Desde la Hoya hasta Morcuera troto todo lo que es pista, que es bastante. Es mi terreno. Despacito, pero adelantando a muchos caminantes. Ahí se me apaga el GPS. Creo que le di al interruptor al sacar algo de la mochila, entonces el programa del móvil no vio comunicación y cortó el Bluetooth. Tardé un rato en entender que había que dar a “reconectar” en el programilla. Bien, lo he resuelto todo caminando, sin parar. No he registrado 5 ó 6 kilómetros. Por eso la media de velocidad reportada se degrada, mi ritmo ahora lo estima en 13 minutos por Km. Llego a Morcuera tras 7:22 de carrera (casi las 2 de la tarde), ni bien ni mal, con los pies un poco doloridos pero sin mayores problemas. El siguiente tramo es fácil, me limito a recargar bidones (que ya llevan las sales) pero no me demoro para nada más. 2 minutos.

Empiezo la “autopista” de bajada. Aquí me pasa al revés que en el primer tramo: Hoy estoy más cansado y me resulta más pesado que en entrenamientos. No puedo acercarme ni de coña a los 5’/Km en el mejor sitio. Pero mi trote cochinero con pausas andando sale a unos 7’/Km, mejorando mi media kilómetro a kilómetro. Cumpliendo el guión. Adelantando posiciones. Eso sí, veo que los pies están muy castigados por el primer tramo y en un momento de bajonazo hasta pienso en abandonar. Pienso que es posible que no pueda bajar Peñalara que será un punto clave. Bajo un poco el ritmo. Veo corredores delante, vuelvo a trotar, los paso. De repente oigo griterío de típicos corredores contentos-escandalosos, como de maratón. Deben ir bien. Ya me pasarán. No me hace gracia, no me vuelvo. El griterío sube, me vuelvo y me dicen “Que es por aquí!!!!”, me he saltado un desvío, habría salido al camino bueno, pero dando un rodeo de un par de Km (por donde me mandaba el GPS, por el recorrido del track “oficial”.

La trocha es menos corrible y además me sabe mal pasar a los que me han evitado el rodeo. ¿A que es una buena excusa? En el área de las presillas la gente se baña, se refresca, bebe cervezas heladas y se pone al Sol por placer. Tendrán genes de lagartija, a las 3 y media de la tarde yo sigo al Sol porque no me queda otra. Llamo a casa, tengo tiempo hasta el avituallamien……Pues no, acabo de llegar sin preparar el “menú”. Decido tomarme un respirillo. No hay Coca-Cola. Bueno, sin problema, en el anterior bebí Coca-Cola y se suponía que no había, o sea que no me descuadra el presupuesto de azúcar. Además hay Aquarius. Hace calor, sólo he parado a orinar una vez así que decido abrevar hasta que el estómago diga basta. Me limitan el Aquarius, preparo extra de suero y sigo bebiendo. Como estoy sentado y a gusto me tomo un bocata de jamón. Total 11 minutos, no ha sido mucho.

Cruzo RasCaliente, digo Rascafría, me conozco la calle. Me dirijo al Puerto del Reventón en solitario (como casi toda la carrera). Subida fuerte, ahí toca andar, con bastones. Es decir, sin problemas de pies. Pillo un buen ritmo, incluso troto alguna recta con menos pendiente. Llego a picar un Km en 11 minutos, muy bien para esta temperatura. Me sube la moral, si hay que echar 3 horas para bajar Peñalara… ¿y qué? No hay problemas de tiempos y en las subidas y los llanos voy medianamente bien. Paso a bastante gente (ya me pasarán en bajada) y a las 6 de la tarde me llevo la grata sorpresa: El avituallamiento está algo antes del puerto. Menos de 2 horas para subir 800m con este calor.

Ahora sí que toca una parada seria. A pesar de lo mucho que he bebido he perdido mucho líquido en estas 2 horas, y me había grabado a fuego que por delante quedaba el tramo más largo sin avituallar, 4 horas según mis cálculos (luego fue algo más). Y aquí si había Coca-Cola (creo, ya no estoy seguro si era Aquarius) Bebí. Me senté. Bebí. Preparé brebajes. Bebí. Me puse la mochila. Bebí. Recomendé a los demás hacer lo mismo. Bebí. –Es que eso de tomar Coca-Cola en carreras no lo he probado nunca, el gas… (me dijo uno). Bebí. No lo convencí. Pero yo bebí. Y me despedí con el estómago a reventar y las cantimploras llenas. Menos mal.

A partir de ahí, con Claveles y Peñalara al fondo se crestea por llano o incluso perdiendo altura (que mina la moral sabiendo que al final hay que acabar pasando por los 2429 metros). Sin guardar bastones troté muy poco, anduve bastante y en las bajadas iba con desgana y sin ganas de machacar nada los tobillos.

Ahí, en terreno hostil para mí, completamente solo cuando no adelantado por “verdaderos corredores de montaña” tuve “una visión”. Lo que me destrozaba los tobillos son los esfuerzos laterales. Con los bastones soy habilidoso y los evito. Me olvido de la técnica de bajada (que no era factible desde hacía horas) y a partir de ahora bajaría las pendientes malas “a 4 patas” (2 + 2 bastones). Me seguían pasando, pero los tobillos no empeoraban en estas bajadas cortas y pedregosas. Bien.

Y llego a Claveles. Estoy fuerte, llevo un rato limitado por la técnica, un buen rato a 100…110 pulsaciones por minuto, subo a buen ritmo. Es muy complicado, pero voy bien. Paso corredores y excursionistas, estos últimos me parecen hasta más rápidos. Es duro de narices. El rodeo de Claves es más sencillo que lo que entrené. La roca seca ayuda mucho, es uno de mis tramos más temidos y hoy sale objetivamente lento, pero bastante menos lento que cuando lo entrené. Llego al “caos de piedra” entre Claveles y Peñalara y en 100 metros se me va el alma a los pies. Ni competir ni leches, hay que salir de ahí por un lado o por otro sin partirse una pierna, se me hace infernal y lento. Tengo los bastones en la mano y me estorban, pero estoy tan cerca que no los quiero guardar. Es objetivamente peligroso. Sin embargo, me lleva menos tiempo que en entrenamientos. Para los asfalteros como yo, estamos hablando de ir sobrado de respiración y de hacer 2 Km consecutivos en 23’ y 25’.

La subida me ha llevado 20’ más de lo que calculé en el avituallamiento, pero aquí hacía algo de fresco y el ir con el pulso tan bajo me ha reducido la sudada. Llegaré a La Granja sin pájaras ni vomitonas ni problemas graves. Corono Peñalara (Km 69) en 13:47, son las 8 y cuarto. Vaya bromita poner el lector del chip ENCIMA del vértice geodésico. Salvo la bajada final del GTP, lo que queda muy técnico lo haré de día. Ni miro el paisaje, es momento de concentrarse al 100%, mirar al suelo, asegurar cada paso y verificar si los bastones le pueden quitar trabajo a los tobillos en esta bajada, la 2ª peor del GTP. 500m en kilómetro y medio. Los Kms salen en 18 y 17 minutos, MUY bien. Los tobillos han cooperado con los bastones. Esto está hecho. Me descuido y me sacudo un hostión, el único, tengo los bastones enganchados con las correas y sólo puedo rodar. Pero tengo suerte y acabo con rozaduras en el antebrazo (tenía otra herida justo ahí de unas ramas). O sea nada, a estar más atento.

En el Chozo de Arangüez ya no quedan más bajadas técnicas hasta casi el final. Está hecho. Le doy paso a unos corredores que vienen por detrás pero no me pasan, en zona un poco más fácil van más o menos como yo. Ahí van Chusta, Ludevu (un saludo) y creo que un tal Miguel. Muy curioso, de conversación muy agradable pero sin mirarnos a la cara, todo el tiempo con 100 ojos en el suelo, me vi a mi mismo como a mi hija cuando está con la Nintendo.

Hay un 4º corredor que se quedó un poco atrás, creo que de Valencia. Me rezagué un poco y ya seguí con él hasta casi la llegada a La Granja. El recorrido por esa zona va por un sitio diferente del track oficial, es “menos corrible” que el que yo entrené. Podría correr pero pensé que puestos a trotar, mejor más adelante, en el tramo La Granja-Casa de Pesca que es más fácil. Mi acompañante y yo pillamos a un grupo, yo empecé a tirar un poco más en el asfalto y llegué un poco antes que ellos a La Granja, km 78, tras casi 16 horas de carrera y justísimos de luz natural.

Menudo oasis. La Granja estaba volcada con la carrera. El avituallamiento (y meta de la carrera corta) espectacular. Me tenía que sentar para sacar el frontal y guardar las gafas y el gorro, así que decidí darme mi único homenaje en avituallamientos. Era el sitio, después de 4 horas y pico desde el anterior.

De nuevo, la prioridad era beber, beber, beber. Luego otras menudencias como redistribuir la mochila para futuros avituallamientos, sacar frontal, luz trasera, fuera gorra. Tenía mucha arena en los pies que NUNCA me quité) y se me estaban empezando a formar mis primeras ampollas en carrera…de mi vida. Así que decidí cambio de calcetines. Dura decisión: Las medias de compresión que llevaba evitan los edemas, o sea el exceso de líquido, y yo creo que ayudan un poco a evitar las ampollas. Mis otros calcetines eran unos Injinji (de estos con deditos) que ahora no necesitaba porque los dedos estaban perfectos. Pero no eran medias de compresión.

Las medias estaban empapadas, los pies totalmente arrugados de estar mojados muchas horas. Las ampollas se estaban formando. Hice lo correcto, no debía correr con tanta agua en los calcetines y el efecto de la compresión –si existe- no es tan importante. Me puse vaselina y calcetines limpios. Vacié de arena las zapas. Le pasé la vaselina al corredor sentado a mi derecha, que también andaba perjudicado. Cuando me dispuse a correr de nuevo estaba mucho mejor.

En todo el tiempo (27 minutos) estuve sentado y los voluntarios me tuvieron como si fuese el rey de un cuento. Ofreciendo bocadillos, caldo, abrigo, membrillo, plátanos. Me tomé otro bocata de jamón, pero sobre todo bebí mucho. Entiendo perfectamente al que se retira en La Granja. Guardé bastones, me puse los guantes (seguía con camiseta de tirantes y ya tenía fresco), subí la luz del frontal y… a trotar.

Trotiandando sobre 10’/Km llegué a Valsaín, allí iba a pasar a un corredor que trotiandaba más lento que yo. Pero preferí amoldarme a su ritmo. Era Rafa, el que me pidió la vaselina (aunque lo supe mucho más tarde). Se le veía bastante experto, era su 2º GTP y su frontal no alumbraba apenas, así que los 2 ganábamos yendo juntos. O eso pensaba. El caso es que yo por ti y tú por mí, antes estábamos trotiandando y desde que fuimos juntos parece que teníamos el acuerdo tácito de no correr. No pasa nada, esto es MUY largo, quedan MUCHAS horas. Por 3ª o 4ª vez el GPS me empieza a decir que no voy por el camino correcto. ¡Qué coñazo! A veces el track “oficial” no coincide exactamente con el camino marcado. Ni caso. Pero… no hay marcas. Rafa está muy seguro, dice que vamos paralelos a la carretera (cierto, se adivinan coches) y al río (se oye). Pero no hay marcas. Insistimos un par de Km. Se ha equivocado, pero probablemente salgamos al mismo sitio. Las ampollas de los pies van mucho mejor desde el cambio de calcetines… Hasta allí.

Vemos unas luces, son voluntarios que han visto las nuestras y nos dicen ¡que es por el otro lado del Río Eresma! Hay que cruzar. Hay mucha anchura y corriente fuertecita. O sea calcetines empapados y más arena. La cagamos. Me consuela pensar que estamos en el camino bueno, que probablemente no haya supuesto nada de rodeo y que queda… hmmm… menos de medio maratón. Eso no es ná.

POR FIN llegamos al avituallamiento de Casas de la Pesca, que estaba 2 Km más lejos de lo que pensábamos. Los voluntarios me ofrecen de nuevo de todo, yo decido no cortarme y pido que me dejen… ¡Una chupa! Se extrañan. Estoy bien pero sé que en 3 minutos parado puedo empezar a temblar, no se me olvida lo del año pasado. No me quiero poner el cortavientos. Me ponen una manta de emergencia de estas plateadas. Son MUY efectivas. Pregunto por el siguiente avituallamiento, calculo y decido salir pronto para no enfriarme. He parado 5 minutos. Le ofrezco pilas nuevas a Rafa porque su frontal no alumbra nada, pero las rechaza. Salgo rápido para afrontar la Fuenfría, un poco frío, bien de fuerzas (llevo un buen rato caminando por el llano por donde pensaba trotar), sin excesivo dolor de tobillos y rabiando por la ampollas recién remojadas y rellenitas de arena.

Es el Km 90, llevo 18:44 de carrera, es la 1:15. Definitivamente no acabo en 18 horas, pero me acabo de dar cuenta, o sea que no me preocupa. Menos de medio maratón. El GPS dice que “a ese paso me quedan unas 4 horas”. Y sé que ahora viene una subida dura y una bajada peor, mi media no va a mejorar. Y me da igual, no creo que nadie me pase subiendo. Bajando más de uno, pero igual en el llano final recupero posiciones. ¿Y qué más da una posición más o menos?

P’arriba. Es la primera subida que me sube el pulso en horas (en Peñalara no se puede ir rápido sin abrirse la cabeza). ¿Objetivo? No tener que bajar ritmo, me pararía, me enfriaría (aquí hace rasca para la camiseta de tirantes) y tendría que parar a cambiarme. Voy a un ritmo medio casi “cómodo”. Los tobillos bien en subida. Las ampollas me hacen rabiar en los traspiés, pero sólo ahí. El peor Km sale en 21 minutos justos, con 200m de subida. El resto eran a 11…14, Pico en el control de Fuenfría, ahí no hay avituallamiento ni gran despliegue de medios, pero los voluntarios me reciben como si fuese el ganador. Y YA NO QUEDAN MÁS SUBIDAS DURAS. Llevo casi 20 horas, son las 2 y 20.

El camino Schmidt es corrible… pero no ahora. Paso. Voy bien, no me quiero caer con ninguna raíz. No veo a nadie ni por delante ni por detrás. Me parece que ando rápido pero no mejoro la media, entre paraditas y el cansancio hago los kms a 13 minutos. Justo la media. Es curioso, pero ese tramo de menos de 6 Km se me hace muy pesado. Pienso en la temida bajada. Cuando entrené era de día, pero tenía prisa. Ahora ya estoy mentalizado de que no pasa nada por hacer 9 Km en 2 horas. Tal vez incluso mejore la media al llegar a zonas corribles. Hace frío. Llego al asfalto del Puerto de Navacerrada y me pongo a correr para no tiritar. En el Puerto sopla el viento bastante fuerte (es un collado, el viento acelera y se nota mucho). Llego al avituallamiento corriendo rápido (debo ser el único, están sorprendidos) y a toda velocidad rechazo toda comida y bebida y me pongo gorro y cortavientos minimalista. Ya no sudo. No necesito líquido, pero podría hacer falta azúcar (tampoco mucho, es bajada), pongo a mano el único gel, compruebo que me queda ½ litro de isotónico y sin coger nada del avituallamiento salgo disparado dando las gracias a los voluntarios y diciendo que sí conozco por dónde seguir. 5 minutos.

Con las prisas y la incipiente tiritera no me di cuenta de que alguien que ya estaba en el avituallamiento salió detrás de mí. Yo estaba haciendo la subidita del Puerto al Emburriadero, fuerte para entrar en calor, vi una frontal detrás de mí. Pero la siguiente vez que miré estaba más lejos.

Al llegar arriba, otra desazón. NO encuentro el camino. Estoy al lado, lo dice el GPS, pero de noche NO vale con estar al lado. Doy vueltas en círculo durante unos minutos con el frontal a tope. Nada. Tiro la toalla y decido esperar al que (o a los que) me seguían. Retrocedo un poco a ver si los veo y… ¡Bingo! Veo docenas de marcas. En lugar de las cintas habían puesto muchas banderitas (que se suelen ver mejor), y las banderitas se “tumbaron” por el viento. Voy para abajo, sé que es duro pero con los bastones los tobillos no tienen por qué sufrir. Prioridad: no accidentarme tan cerca del final.

Y bajando la garganta del infierno, por esa zona tan vertical si veo varios frontales. Pueden estar a 1 Km. Desecho la idea de acercarme: en horizontal pueden ser 3 debidos a las “zetas”. Y a las velocidades a las que nos movemos (kms en 16 y 19 minutos) eso puede ser casi 1 hora de ventaja.

Detrás de mi veo 2 luces, pero sus portadores sí que me cazan. Son montañeros y son capaces de trotar por donde yo repto. Me aparto y flipo… y ¡tachán! Quedan solo 200m de bajada hasta La Barranca. El resto es corrible… Y voy a correr.

Les mantengo la distancia a los 2 corredores. La pendiente baja y adopto un trote bastante aceptable. Ellos se ponen a caminar. Mi frontal ha estado a tope muchas horas y pierde luz. Tiene pilas de Ferro-Litio, más potentes y con más carga, pero “mueren” más rápidamente que las Alcalinas. El Móvil-GPS lleva un rato haciendo ruidos raros, Batería baja. Batería muy baja (me da igual, ya me sé el camino). Camino equivocado. Otra vez dando la lata, si estoy por la pista de La Barranca y los corredores a los que acabo de pasar lo conocen. ¿Seguro? No, no hay marcas. Nos hemos equivocado los 3, hemos hecho unos 200m de más, pero a cambio he podido hacerlos corriendo.

La luz languidece. ¿Cambio pilas? No, aprieto los dientes. El GPS me canta un Km bien, no se había muerto. Otro ruido raro, fuerte. Se habrá muerto. Sigue. Me suena, ¿Qué demonios es? Ah… ¡El despertador que puse para 24 horas antes!. Lo paro. Veo poco. Con el ojo izquierdo apenas veo, tengo el ojo irritado y la lentilla se ha ensuciado mucho. Menos luz. Más velocidad. La pista tiene piedras que no veo, pero no tropiezo. Troto a 7’ pelaos el Km que a estas alturas parece un sprint. Paso el control de Barranca, me dicen que la meta está a 4 Km (el GPS dice 5, o sea necesito luz para 3 más o menos). Aprieto los dientes, solo veo un poco por el ojo derecho, hay una luz muy tenue del amanecer. Otro Km en 7. Necesito 15’ de luz. Se me ocurre mirar el camino con la mínima claridad y poner el frontal en modo zoom estrecho (“spot”) para buscar las marcas del camino, sé que hay un desvío que no coincide con mi track, porque pasé por ahí a la ida. Por fin lo veo! Estimo 10 minutos hasta las farolas de Navacerrada, ya me da igual ir a oscuras, ya no me pierdo.

Y de repente, farolas antes de lo que pensaba, antes de la glorieta. Lo he conseguido. Ahora no me va a adelantar nadie. Pongo el frontal al mínimo pero no bajo el ritmo, disfruto de “mi terreno” por asfalto, trotando a unos deliciosos 7’/Km que me parecen rapidísimos (objetivamente lo son). Con el gorro y el cortavientos abierto y remangado empiezo a sudar.

El final urbano lo remato con los últimos 700m a ritmo de 6:50, doy mi palabra que me sentía como un keniata esprintando para un 5.000. Creo que pasé a algún corredor, no miré mucho quería disfrutar de que después de muchas horas de no poder hacer nada mejor por mis limitaciones, ahora estaba en “mi terreno”.

Llegué a meta feliz, puesto 57, con un tiempo de 23:13.

Dejo para otro día la resaca, las valoraciones, los agradecimientos y las fotos.

viernes, 24 de junio de 2011

Peto sí, peto no


El "peto" del que hablo es la parte frontal de la mochila, un accesorio utilísimo que he usado en varios de los entrenamientos de montañas. No llevarlo también tiene sus ventajas. Hoy he dormido poco y mal dándole vueltas a esta tontería. Llevo unos días tranquilo en general, de poco estrés, pero estoy durmiendo poco a pesar de haber dejado el café. Será el calor.


VENTAJAS DE LLEVARLO:
  • Son como 3L más de capacidad, por muy poco peso adicional. Sin peto he logrado que entre todo. Muy justo (y difícil de meter y sacar cosas), pero entrar entra. Con capacidad extra todo queda muy bien organizado.
  • Todo lo de este compartimento está a mano. Me permite hacer cosas imposibles sin peto, como dejar las gafas sin pararme, coger un kleenex para limpiar gafas, llevar un mapa de papel o una chuleta con el "menú" de cada avituallamiento. Puedo tener a mano esa "golosina" reservada para los momentos en que la moral está mermada. Está a mano la "papelera" de desperdicios. El dorsal se coloca sobre el peto en el sitio previsto y no interacciona con la ropa. Es francamente cómodo por su accesibilidad.
  • Permite llevar 2 botellas más. Bueno, eso no es tanta ventaja, he decidido jugármela y hacer el GTP con 2 botellas grandes, casi 2 litros, un poco justito para la etapa más larga si hace mucho calor, pero no debe faltar. Ha sido una gran ventaja en entrenamientos largos, a los cuales iba con 3 litros o más.

PEGAS
  • El calor. El peto da mucho calor justo por donde más me puedo enfriar, que es por delante. Por donde más sudo. En este GTP el calor va a ser uno de los enemigos a batir, el peto complica este problema. Por otro lado el dilema es peto ó dorsal, no peto o nada. Pero siempre añade calor. Finalmente no voy a pasar mucho calor siempre, sólo durante el día, pero la mañana y la noche serán largas. En eso no tengo experiencia.
  • Engorro al quitar-poner mochila. Me he hecho un experto, soy capaz de ponérmela sin quitar la cinta pectoral ni desmontar un lado del peto. Exige ser contorsionista, pero lo he logrado después de practicar. Pero las cosas como son, si hay que sacar algo de detrás de la mochila (y por tanto quitármela) es una operación mucho más engorrosa que sin peto.
  • Peso: Muy poco, 140 gramos. Además si llevo el peto puedo prescindir de la fundita del móvil y de otra funda igual que pienso instalar al otro lado, la diferencia queda en 100gr o menos. Si fuera por peso no hay duda, peto SÍ.

martes, 21 de junio de 2011

Fin de entrenamientos.

El Viernes, 17 hice 11.1 Km por la M100. Ligeritos. a 5:06. Por vez 1ª no "dolió" el tobillo izquierdo durante la carrera, pero tenía molestias comparables a los dolores "fantasma" de cuando uno está deskilometrando. Al parar, volvió a doler un poco.


El Sábado 18, "última tirada larga, pero muy reducida". Por el tema del tobillo tocó hacerla en asfalto, en mi querida M100. La intención era hacer 21Km (como 1 semana antes de Mapoma), pero luego pensé que mejor descansar algo más y hacer 19. Pero como vi que iba muy rápido pensé en recortar aún más. Y me quedé en 17.1 Km, a 4:58, sin ir muy asfixiado a pesar del calor.

En carrera el tobillo mejor que nunca en las 2 últimas semanas. Pero al enfriar... sigue molestando.


El Domingo escribí: Yo hoy he hecho mis 6K regenerativos a 5:28, depués caminando un poco no me veía haciendo decenas de kms andando, me molestaban los pies y el dichoso tobillo. Pero nada de cuadriceps. He estado de juerga familiar (bautizo de sobrino, ¡hics!) y ahora por la noche que he tenido que andar he visto los pies BIEN por 1ª vez en bastante tiempo. Conclusión? ... Y yo qué se!!! Bueno, parece que bien.


Ayer Lunes, último día con un poco de intensidad:
13K a 4:44 por asfalto. Y por fin, después de 12 días el tobillo izquierdo no ha molestado NADA de NADA a ninguna hora. Ahora sospecho que las horas de pie parado del Sábado (haciendo cola con los niños en el parque de atracciones) me cargaron un poco la zona.

Un poco raro, me enfrento a una carrera de andar por pedruscos y tengo la sensación de no haber hecho los deberes porque hace bastante tiempo que voy a ritmos más vivos que el de carrera por terreno fácil, pero creo que ha sido lo mejor para los pies y para el tobillo.

Mañana y pasado a lo mejor salgo o a lo mejor no, pero estoy decidido a que no sean "entrenamientos" de verdad. Como mucho rodajillos muy cortos y muy suaves... si es que me despierto solo. No pondré despertador.

Y hoy: Pues he decidido recuperar bien de verdad. En lugar de unos pocos Kms a trote cochinero... Nada de nada. El tobillo va mejorando, agradece rápidamente el reposo. A 1ª hora de la mañana, cuando bajo escaleras todas mis molestias (que las hay) son de tobillos para abajo.

A medio día he caminado algo y efectivamente mejoro rápido.

He dormido bien, que se nota. Y me he quitado del café. Desafortunadamente, también se nota.

MÚSICA: Ayer hice los exámenes. Bien. Un estrés menos. A descansar de música un par de semanas. Ahora viene concentrarse en el GTP!

jueves, 16 de junio de 2011

Bueno, no tan mal.

Muy contento. Ayer por la tarde el pie volvió a estar "como los últimos días", por la noche no notaba nada más que molestia. Sin embargo mantego el plan: Sólo rodar un poco por asfalto y si hago algo más en lugar de las típicas series cortas hago un poco de gimnasia en casa para no perder músculo pero no arriesgar nada el tobillo. En mi rodaje al trote de hoy (9Km a 5:30) apenas ha molestado, por lo que veo que es un modo de mantener la máquina un poco al ralentí sin usar los musculillos esos que estabilizan el tobillo.

Seguiré así 3 ó 4 días más (y luego parón brusco) con indenpencia de que el tobillo parezca totalmente recuperado.

La nota negativa, a la vez que un buen motivo para mantener esos rodajillos a ritmos basura: La báscula. Hoy la muy hija de su madre ha batido el record marcando TRES kilos, 3 más que lo que pesaba en la semana previa a Mapoma. 68 y medio. Y lo típico ahora es subir. Y ahora me niego a hacer dieta, como mucho tratar de mantener peso.

Cuando visualizo la mochila con sus kilos de agua, víveres, material de seguridad, bastones más 3 kilos de tocinos extra todo ello sobre las rodillas y sobre el tobillo malo... Uf! Pero es lo que hay.

En general la cosa no pinta mal. Quedan 8 días y unas pocas horas.