Por fin llega el gran día. Iba a la salida con una mezcla de sensaciones buenas y otras no tan buenas.
La última semana estuve "cansado", cuando en otros maratones estaba frustrado por tener que ceñirme a entrenamientos cortos, quería darme caña o alargar entrenamientos. Pero este año no. Empecé a lamentar haber hecho 23K rápidos en domingo antes.
También tenía la impresión de que al comenzar mi corta temporada iba sobrado muscularmente para trotar a 7:00/Km, pero que al acelerar ritmos iba de todo menos sobrado. De hecho el sábado no hice mi "rutina de día antes de carrera" (calentar y un par de rectas), no me apetecía y me pareció criterio suficiente para no hacerlo. La meteo no pintaba nada bien, mucho calor.
El caso es que justo el Sábado pude sacar un rato para una siesta, preparé todo con calma por la noche, dormí poco pero bien y me fui a 2 quedadas atléticas, la de Maratid y la del foro El Atleta. Me llevé la camiseta de Maratid, (que eso siempre se agradece con mucha animación), un gel de 90gr en el bolsillo, las llaves del coche (no usé ropero), una gorra (un experimento, nunca la llevo en un maratón), mis zapas de entrenar (Supernova Glide) y la malla corta con bolsillo. Eché unos tragos de isostar antes de la salida. Tengo comprobado que beber algo de isotónico 30...60 minutos antes de carrera no me produce el menor problema de hipoglucemia por pico de insulina, además mi intención es salir tranquilo y ver cómo se da, así que no dudo en salir "con las pilas a tope".
No se notaba frío. O sea, malo malo. Cuando no se nota frío 1h antes de la carrera con camiseta de tirantes es que ya hace demasiado calor.
Me voy solo a la salida, allí me encuentro con uno de los grupos de Maratid, y resulta que Chema Bravo tiene las mismas intenciones que yo, además dice que es buen bajador y subidor lento (como yo), así que aunque a mí siempre me ha gustado "ir a mi ritmo", ¿Por qué no probar?
Dan la salida, la verdad es que la idea de hacer una prueba de 10.000m con salida simultánea al maratón es un desastre. Desde el año pasado, ahora hay la mitad de anchura y un solo arco para los mismos corredores del año pasado. Yo tardo en cruzar 3 minutos y 5 segundos la línea de salida, hay quien tarda 7 minutos. Desde luego es una tomadura de pelo para el que quiera hacer marca. Los organizadores no han tenido el menor respeto por los corredores de maratón.
Comienzo la subida. El plan es ir a un ritmo 12...15'' más lento que el ritmo medio de carrera hasta Plaza Castilla, mi ritmo debería ser 5:10 ó mejor 5:15/Km debido al calor. Debería salir un ritmo medio de 5:25. Voy bien, pero el cronómetro dice que voy demasiado rápido en cada Km, me entran dudas y se lo digo a Chema, que parece que va mucho mejor que yo.
El caso es que decido probar. En un par de ocasiones le comento a Chema que creo que estoy en el límite de lo que debo arriesgar, pero sólo voy mirando pulso y ritmos, no voy siguiendo los tiempos totales (ahora a posteriori creo que fue un acierto no mirar el crono total). Sigo, me veo "muy poco forzado", pero me entran dudas de si podré mantenerme fuerte más de 2/3 de carrera. A posteriori, es lo de siempre: Si tengo la menor duda de si voy un poco rápido es que con toda seguridad voy demasiado rápido. Si no tengo la menor duda, posiblemente vaya rápido. Mi ritmo hasta el K10 es de 5:11, o sea unos 7'' más rápido de lo que debería hacer sin calor (aunque tampoco hizo mucho en esos Km). 20 minutos más tarde decido aflojar un poco, Chema va delante y se vuelve de vez en cuando para ver si lo sigo. En un avituallamiento me quedo un poco rezagado, Chema mira atrás, duda y decide no esperar. Y yo me alegro de empezar a ir solo, "buscando mi ritmo". Eso me recuerda un poco al maratón del año pasado, dejé a mi grupo más o menos a esa altura. Hago una "parada técnica", se ve que bebí mucho antes de salir. Tomo nota de que no he empezado deshidratado, para un par de horas no necesito beber demasiado, por lo que a partir de ahí bebo tirando a poco.
En la bajada no paso a mucha gente, mi ritmo es sólo ligeramente más vivo, pero el pulso baja un poco a lo que pienso que es ideal para mí con algo de calor, sobre las 159 pulsaciones. Sólo 1 ó 2 menos, pero noto que en vez de ir sutilmente más fatigado me recupero muy lentamente. En esa zona de carrera (no recuerdo tiempo ni distancia) paso a Juan Ignacio, que parece que va bien.
Me pongo a rueda de una chica que parece que va bien a mi ritmo, a veces yo saco 100m, a veces ella se adelanta 100m pero estamos en ritmos parecidos hasta la Casa de Campo. Ahí me doy cuenta de que ella va más fuerte que yo, aflojo el ritmo un poco más y la veo sacar unos metros (pocos) cada Km. Por ello no la pierdo de vista durante 5 ó 6 Km, hasta que perdí unos segundos en un avituallamiento.
En esa zona veo a Javier Gallego, a quien le agradezco mucho sus ánimos. Sospecho que me hizo un "diagnóstico" de todo, de zancada, respiración y ánimos y me dijo "vas bien". El caso es que ese "vas bien" me sonó como el de un entrenador profesional y realmente me dio muchos ánimos.
En esa zona (no sé si antes o después) pasé a Chema, realmente me extrañó porque lo vi más fuerte que yo en el rato que estuvimos juntos. Está bien acompañado de expertos corredores que le dan consejos, yo voy a lo mío convencido de que más adelante me pasará. Me acuerdo del gel y me lo tomo casi entero, 80 gr. de azúcar lento (maltodextrinas) para el cuerpo. Con eso y un poco de Powerade (con sabor horrible a polo "flash" de fresa) no me debería faltar nada para llegar a meta.
Sobre el Km 28 me veo con sensaciones idénticas al año pasado, esto va a ser muy duro pero ya estoy dosificando bien. No miro el crono (por cómo tengo configurado el pulsómetro), sólo me preocupa vigilar que no se me dispare el pulso o que no decaiga mucho el ritmo y sobre todo mantener una zancada, postura y respiración perfectas.
En el 30 me acuerdo del año pasado, no me sobra nada pero puedo mantener la zancada. Ya no queda tanto. En el 32 me acuerdo "Ahora a hacer un 10.000, a empezar a sufir", subo el esfuerzo un mínimo, otra vez a 160 ppm, creo que aguantaré. El ritmo no sube. Eso quiere decir que voy tocado de fuerzas, pero eso es lo normal y debería ser capaz de aguantar hasta el final, es menos de 1h.
En las cuestas arriba me quedo "clavado" a propósito, me pasa gente los primeros 100m, luego voy yo ligeramente más rápido que los que van bien. Los que van menos bien echan a andar al minuto de empezar cada repecho. Miro el reloj: A veces subo a 7:00/Km. Sin problema, rodillas arriba, cuerpo bien erguido y esperar al llano. Funciona de coña, mantengo bien el esfuerzo constante y la eficiencia en los tramos lentos. Me digo a mí mismo "Este maratón no es tanimportante, pero voy a hacer bien esta cuesta como un verdadero ultrafondista".
Bebo muy poco, siempre Powereade, pero cojo una botella en TODOS los avituallamientos para refrescarme y empapar pelos y gorra, espalda y brazos. Un efecto secundario es que el calcetín derecho va empapado, lo cual produjo una pequeña rozadura.
Así llego a un avituallamiento, el del 35, a punto de pasar a los globos de 3:45 (hay que recordar que yo salí de muy atrás). En ese momento flaqueo un poco al atragantarme con unos sorbos de agua, echo a andar unos 20 metros, pero veo que no tiene sentido, rápidamente me pongo a trotar despacio y lentamente retomo el ritmo. Llega el 36. Poco más de media hora yendo a 6. Decido acabar un poco más suave, así evito que me caiga la minutada. Llego al 37 recuperado moralmente (pulso igual de alto), son sólo 5K, media hora, y decido apretar progresivamente. Hasta el 38 la pendiente no es tan grande, paso a mucha gente sorprendido de ir siempre por debajo de 6:00. El pulso lo miro en el indicador "analógico", y el máximo de la escala lo puse en 163 ppm. Ya hace un rato que lo llevo fuera (y no sé cuánto), pero sé que me quedan pocos minutos de ritmo infernal. Decido seguir pendiente de zancada, postura y respiración.
Sigo con la vista a otra mujer con pinta de veterana hasta el Km 40. Justo ahí hay un repecho muy corto de 100m, me quedo clavado intencionadamente. 7 y pico por Km ¿y qué? Los corredores me pasan, yo paso a los andadores. Al coronar el repecho acelero y... veo sorprendido que casi todos los corredores echan a andar, incluida la corredora veterana. Sigo trotando despacio a 6 y pico (mucha pendiente), y veo que algunos de los que pararon se han recuperado y me adelantan. Vuelven a tener que andar a pocos metros por delante. Intento animar a varios diciendo que troten despacio, pero su situación desmoraliza mucho. En ese punto donde la pendiente cede un poco acelero hasta 6:00, paso a todos, voy a ritmo muy duro pero con la moral por las nubes. Tomo nota de la trampa física y moral que supone no bajar ritmo en esos repechos.
Sigo concentrado en mantener zancada, postura y respiración, y apareció Rafa Sacristán dando ánimos, haciendo conmigo uno de los Km más duros. Creo que estaba sorprendido de ver mi cara (muy jodido, a 170ppm, con sensaciones de final de un 10.000), y a la vez que era capaz de mantener el ritmo de forma machacona, pasando a muchos corredores.
Pasado el 41 aceleré otros segundos por Km, ya iba con el mareo de un 10.000. Pasé a Jesús Angel a 500 ó 600m de meta, pero no me sobraba nada así que mantuve el ritmo alto sin esprintar. A Jesús Ángel todavía le quedaban fuerzas, esprintóy llegamos juntos a meta, ambos con las manos en alto. Seguro que me podía haber pasadoen meta, bonito gesto el suyo.
Al final, 3:44:40 de tiempo neto (3:47:45 oficial) y MUY, MUY contento de mi carrera. Debería haber salido un pelín más lento y hubiese podido arañar un par de minutos (más no creo), pero una vez cometido el error estoy convencido de que hice una segunda mitad MUY buena.
Los últimos Km en progresión tan duros me dejaron medio mareado durante unos minutos, estuve caminando un poco. Tenía sed, debía estar moderadamente deshidratado (en el punto óptimo o quizás algo más). Decidí entrar con Jesus Angel a los masajes, al parar de andar y permanecer de pie y al Sol tuve un momento malo en que pensé en ir a casa, pero se me pasó pronto y me quedé a los masajes.
El masaje me dejó nuevo, creo que los últimos Km los hice con todos los músculos del tronco en tensión, recuerdo el dolor de tumbarme en la camilla. Pero en 10 ó 15 minutos me dejaron nuevo. Al volver a ponerme en pie parecía otro. Me despedí y me fui al coche (casi 2 Km) caminando rápido, muy contento y totalmente recuperado.
Este maratón he aprendido una lección: Los errores se pagan carísimos en maratón, pero si se reconocen a tiempo el coste es proporcionalmente menor.
Este maratón he estado igual de concentrado que el anterior, pero me costó menos. Creo que me ayudo mirar con cuidado el ritmo, el pulso, las sensaciones y la zancada del momento, olvidándome de las cifras globales (ritmo medio, tiempo total, etc). Es más fácil evitar caer en la trampa de "huy qué vien voy, ahora ya me sobran 3 minutos" o caer en la desmoralización de "a este paso no seré capaz de cumplir objetivos". Es mucho más importante mantener la zancada y la postura, y si no se puede analizar por qué y arreglarlo inmediatamente. El tiempo total saldrá bien si los Km parciales se han hecho bien. A partir de ahora lo haré así en todas las competiciones.
Por la tarde no tuve problemas bajando escaleras con el peque en brazos, tampoco tuve ninguna molestia anormal (un poco de sueño nada más).
Hoy al bajar las escaleras he visto que no tenía ningún problema muscular... y he salido a trotar MUY despacio, 7.5 Km más suaves que nunca. Definitivamente no hay nada roto y estoy en condiciones de afrontar de nuevo los 100K24H de Corriciolari.
