Fin de semana -5

En resumen, muy mal.

El Sábado era el día que en principio no podía salir, ya que me quedaba yo solo con los María y Luis, mis 2 hijos mayores, y organicé todo para poder entrenar el Viernes de madrugada y el Domingo de noche. Pero resulta que estaban invitados a un cumpleaños, así que podía salir un rato.

Me olvidé de "hacer 100 Km en 3 días", me encontraba cansado. Pensé más bien en hacer 15...18K muy suaves, y dejar el trabajo duro para el Domingo.

Hice el recorrido "Colinas del Este", ligeramente pasado el pinar repoblado. Observando bien las bifurcaciones para no perderme el Domingo por la noche y volviendo por el camino llano. 14.5 Km @ 6:13, 144 PPM.

Muy despacio, con desgana y con malas sensaciones. Lo achaqué a correr a las 7:30 de la tarde después de una comilona con sus cervezas y su gin-tonic, no me di cuenta de que en realidad estaba incubando algún tipo de virus. De todos modos me sentó bien el "paseo".



El Domingo a medio día hice una mini-excursión con María y Luisillo, como mucho anduve 2 ó 3 Km, pero iba algo cansado a pesar de haber dormido bien la noche anterior. De nuevo no le di la importancia que tenía: me estaba poniendo malo. Por la noche (saliendo a las 8:30), DESASTRE TOTAL.

El plan es patear caminos difíciles y practicar con la frontal. ¿Kilómetros? Los que salgan, 40...50, según me plazca. Equipo pesado, 3.6 Kg en báscula, 2L de isotónico, 1 gel, 1 minigel, dátiles, chocolatina, sudadera, guantes, frontal, pilas de repuesto, mochila de hidratación y hasta el móvil.

Nada más salir se me acaba la pila del sensor de pecho del pulsómetro. Mal vamos, al final resulta que me falló el día que más falta hacía. El pulso parecía un poco alto justo antes de agotarse.

Los primeros Km los hice con "desgana", lentos. Pensaba que por una vez lo estaba haciendo bien. Aproveché cualquier mínimo repecho como excusa para andar. Pero no estaba siendo "conservador", la desgana venía por no estar bien. No me di cuenta. Dspués de una hora encendí la frontal, me puse la sudadera, debería hacer menos de 10º y a ese ritmo lento tenía frío.

En Ribatejada me sorprendió que me "apetecía" andar sin apenas pendiente. Seguí por el camino equivocado, el que va justo a las antenas militares bordeando la urbanización Monte Calderón por el Sureste, hasta llegar a la carretera perpendicular. La verdad es que ese recorrido de noche es muy chulo. Al llegar ahí pensé que no era mi día y que preferiría "trotiandar" por donde había venido en lugar de coger asfalto y volver rápido. Así que de vuelta. Cuesta abajo muy bien, a pesar de los pies ya doloridos y tropezando. Pero en llano ya tenía ganas de andar. Como no era mi día ni había prisa, lo acepté y me lo tomé con calma. Menos mal.

Como tardé mucho agoté las pilas recargables de NiMH de la frontal, así que las cambié. Pensé en hacerlo a la luz del móvil, pero luego vi que la luz de las estrellas y pueblos lejanos era suficiente (era casi luna nueva y se había puesto). Estaba en la granja que parece un hangar al Norte de Serracines, a 12 Km de casa. De ahí a casa me recordó los peores momentos de los 100K24H del año pasado: Caminando tropezando cada 3 pasos, trotando lento un 25% del tiempo cada vez más lento (en ligera cuesta abajo!) sin ninguna referencia de pulso, pero con respiración acelerada y sudor frío. Típico de fiebre.

Paré a orinar un par de veces, no tenía sed ni hambre (no tenía problemas de sal, azúcar o agua), pero sí tenía molestias de estómago. Me acordé de los vómitos de María el día anterior. Un virus, seguro.

Llegué a casa trotando un poco, una hora más tarde de lo previsto, después de 42.1 Km (justo un poco menos que un maratón), en 5:31:40 (a 7:53/Km) y REVENTADO, especialmente de pies. Mi único consuelo: A ese ritmo medio llegó el 4º participante en los 100K 24H del año pasado. Por cierto, en estas salidas largas nunca paro el cronómetro, si me paro a comer, a cambiarme de ropa o a cambiar pilas en la frontal, esos minutos cuentan como parte de la "carrera", es lo más realista.